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La tarde lucía perfecta, un aire bastante fresco, el sol se estaba ocultando y Jisung lucía perfecto. ¿Quién diría que ese traje sin necesidad de hacerlo a su medida le quedara tan perfecto? Todo se debía al porte del joven.

No era una cintura tan fina pero si lo suficiente para que un par de manos lo sostuviera fuertemente mientras lo mecía para crear fricción. Eso se imaginaba Hwang al ver a tan precioso hombre junto a él. Han Jisung era un maravilloso hombre y Hyunjin nunca se cansaría de decirlo.

Era tan ágil, valiente e inteligente sin dejar a lado su hermosa figura, era tierno y tenía su peculiar sonrisa rectangular, amaba hacer las cosas de la casa, tenía buenas relaciones con todos y eso lo hacía feliz pues gracias a su novio y su presencia había conseguido buenos clientes para su jefe, eso no se lo diría a Minho.

Hwang vestía un traje oscuro que marcaba muy bien cada musculo de su cuerpo, no tenía nada que envidiarle a nadie.

— Es hora cariño. — lo sostuvo por la cintura y susurró: — No encuentro el momento para romper ese traje y hacerte mio. — le dijo en tono coqueto haciendo que la piel de Jisung se erizara y soltara un pequeño gemido por el tacto.

Ambos subieron al auto, Hwang sostuvo cariñoso la mano de su prometido sonriéndole.  Ambos estaban emocionados porque al fin Han conocería a su mejor amigo Minho.

Llegaron a tiempo, aún la gente estaba entrando a aquella casa tan lujosa, el patio dejaba mucho que desear pero una vez adentro se podía ver lujo por cada rincón.

Era una "fiesta" sencilla, primero sería la cena y luego la fiesta, solo que eso no lo sabía Jisung.

¿Razón de la fiesta? Hoy había un especial cumpleañero, exactamente el dueño de tan lujosa casa hoy estaba celebrando 23 años de vida.

Jisung miraba atento a cada persona reunida en la sala, habían mujeres con trajes lujosos y vestidos ceñidos al cuerpo, hombres de primera clase parloteando acerca de sus grandes emporios. Definitivamente el tal Lee Minho debía ser muy rico y astuto para mezclarse con este tipo de personas.

No las soportaba y no iba a mentir pero era consiente del beneficio que traía consigo lucir tan tierno y ser educado. Su sonrisa se expandía a todo aquel que se girara a verlo y le ofreciera lo mismo.

Para Hyunjin aquella acción era insoportable, no podía aguantar sus celos cuando alguien se giraba a ver a su novio y este les sonreía, a veces odiaba la amabilidad y educación de su castañito pero hoy lo soportaría, solo por hoy.

[...]

Lee Minho ni siquiera estaba listo, no le interesaba bajar y verle la cara de presumidos a toda esa gente hipócrita que esperaban por él, su cumpleaños no era especial por eso no quería celebrar nada.

— Hermanito, tienes que bajar. — sonrió aquella mujer para tratar de convencer a su hermano mayor.

— ¡No quiero! Yuna sabes que esto es estúpido. — hacía pucheros para lucir adorable. No perdía nada con intentar hacerla cambiar de opinión.

— Estúpido te ves tú haciendo esa cara fea. — se burló.

— ¿Qué pasa con los niños irrespetuosos de ahora? — refunfuñó frunciendo su ceño.

— ¡VAMOS MINHO, MUEVE TU ASQUEROSO TRASERO Y PONTE ESTA HERMOSA Y FINA ROPA! — Lee no se movía. — ¡QUE TE MUEVAS, JODER! — Yuna salió del cuarto dejando a su hermano solo.

El pelimenta pensó que tal vez sería beneficioso conocer a nuevos inversores y solo por eso bajó.

[...]
         

Un hombre llegaba luciendo un traje color vino, se miraba elegante y bastante distinguido, sorprendió a una persona en específico.

Se dirigió hasta el lugar de Hwang para hablar unas cuantas cosillas, no terminó su propósito gracias a que el dueño de la casa bajaba. Toda la atención de los presentes fue puesta en Minho, unos le dirigían miradas lujuriosas y otros miradas envidiosas.

¿Cuál de estas pertenecía a Han? Ninguna y es que él estaba más interesado en la deliciosa comida que tenía en sus manos restándole importancia a todo lo que ocurría a su alrededor.

— ¡Jinnie! — Seungmin se acercó cariñosamente a su amante.

— ¿Seungmin? — preguntó asustado por cualquier tontería que pudiera cometer el pelinaranja.

Lee Minho se alejaba de toda la gente que quería hablar con él y fue directo a su amigo para ver al magnifico y casi perfecto Jisung.

— Hyunjin, veo que has venido. — Lee Minho ignoró completalente al de traje rojizo para buscar al acompañante de su amigo. No miraba a nadie parecido al perfecto Han del que tanto le hablaba su mejor amigo.

— ¿Podemos hablar? — dijo Seungmin con tranquilidad dando a entender que no iba a montar algún numerito barato de celos.

Hyunjin buscó con la mirada a su novio pero no lo vio por ningún lado, se sentía celoso pues cuando lo vieran solo seguro lo cortejarian pero también se sentía agradecido de que no vio aquella escena con Seungmin. Se disculpó con una reverencia con Minho y emprendió camino hasta el pasillo mas lejano que existiera en esa casa.

Te compro a tu novio - minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora