¿Como pasó? [J.JK]

|Capitulo 24|

—¿Donde quedó mi supuesta tarde de chicas?— hablo para mí misma mientras que me como un paquete de Doritos. Se que son de Jungkook, pero que se joda, me gustan. No es justo que los esconda siempre solo para que no me los coma, pelinegro egoísta. Se supone que hoy debería haberme arreglado las uñas y hacer también un poco de ejercicio, pero bueno, me tiré en el suelo con Sunji y luego encontré este paquete de Doritos escondido detrás de todos los platos en la cocina, junto a otros dulces, que por cierto, escondí en mi caja fuerte, osea, en el armario detrás de toda mi ropa

Miro a Sunji dormir plácidamente en su pequeño corral, rodeada de sus películas y juguetes preferidos. Es sorprendente como ella luego de comer cae rendida a los pocos minutos, aunque es de esperarse luego de estar despierta desde las cuatro de la mañana, impidiendo que Jungkook y yo no podamos dormir, porque si alguno de los dos se iba de su lado mientras veía dibujos animados formaba una perrera tremenda. Por lo que me tuvo viendo viendo Las Bratz hasta que llegaron las siete y tanto de la mañana. Si, lo que más le gusta ver son esas chicas, y a mí también

Pienso seriamente en Jungkook, y en lo mucho que se ha esforzado por llamar mi atención durante todo este tiempo, y una muestra de que consigue lo que quiere es el anillo de matrimonio que tengo en mi dedo. Es que dijo que nos íbamos a casar y así fue ¿Cómo es que pude dejarme gobernar de esa manera? Ah~ ya recuerdo, me sobornó con la risa de Sunji, la única cosita que me derrite el corazón

Admito que es realmente guapo, porque no puedo negar eso, jamás podría. Pero cada vez que pienso en un futuro a largo plazo con él me hace recordar todos esos momentos tristes que viví con el durante la preparatoria, y eso me da miedo

Pero reconozco bien que el Jungkook de ahora no tiene nada que ver con lo que fue hace un tiempo, sin embargo, el recuerdo siempre va a estar ahí

Tengo miedo de enamorarme de Jungkook, y que rompa mi corazón. No lo soportaría 

Narración: Jeon Jungkook

Miro la hora en mi reloj y descubro, por décima vez, que el tiempo pasa más lento de lo que me gustaría. El trabajo me aburre enormemente, y aunque sé que debo trabajar para conseguir el dinero que nunca sobra y que siempre hace falta, y mis deseos de irme de aquí superan muchas cosas

Tengo deseos de llegar a mi casa y ver a mi mujer junto a mi niña jugando en la alfombra de la sala, que apenas abra la puerta me reciba el olor delicioso de la comida de Tn_____ y las risotadas de Sunji, esa nena juguetona que está siempre ahí para hacer reír a todos. Sobre todo, quiero que al llegar pueda tomar desprevenida a Tn_____ y besarla, porque esa es la única forma que tengo para poder besarla, ella no me besa por sus propios medios a mí no me queda de otra que robarle esos besos, y no me quejo para nada

Quién iba a decir que me iba a terminar enamorando de la calladita y pesada del salón, a la que molesté durante un tiempo solo por diversión. Admito que en ese tiempo era mucho más inmaduro, y no fue hace mucho, incluso llegué a creer que la mujer con la que compartiría mi vida sería Ji–Eun, vaya, estaba muy equivocado, porque en el momento más difícil decidió marcharse y darle la espalda a quienes realmente la necesitaban. Fue mejor así, no la necesito en mi vida, ni yo, ni mi hija. Con que nos tenga a Tn_____ y a mí es más que suficiente

—Disculpe..— miro a la chica que se sitúa frente a mí

—¿En qué puedo ayudarla?— pregunto de forma cortes luego de haber hecho una pequeña reverencia

—Si, es que..— juega con sus dedos, claramente nerviosa. La miro de arriba a abajo percatándome de su ropa, es un uniforme de secundaria. Ahora entiendo —oppa, usted es muy guapo— frunzo mi ceño, pero me obligo a mí mismo a calmarme

—Gracias, pero no me digas oppa por favor— respondo de forma calmada, aunque no estoy muy calmado

—¿Oppa, me concedería una cita?— vuelve a preguntar ignorando lo que le dije anteriormente. Suspiro

—Lamento romper tus ilusiones, pero soy un hombre casado— alzo mi mano derecha y le enseño mi anillo de matrimonio —no puedo concederle ninguna cita. Pero con gusto le digo cuál es el platillo recomendado por..— me callo cuando agarra mi mano

—Que hermosos tatuajes— me sorprendo por su repentino acto. Sus ojos recorren todos lo tatuajes de mi brazo descubiertos por tener las mangas de la camisa hasta atrás —me gustan los tatuajes, pero mis papás me matan si me hago uno—

—Si..— hablo incómodo retirando mi brazo suavemente de sus manos, pues ella no parecía dispuesta a soltarme —¿Desea que la ayude en algo?—

—Si, que me concedas una cita— repite

—Estoy casado— vuelvo a decirle

—No me importa— se encoje de hombros

—Y tengo una hija— añado. Creo que el tener hijos es como un repelente hoy en día, y eso me parece absurdo totalmente. Algunas mujeres se me han acercado en los mercados y al verme comprando cosas de bebés me preguntan que si es para mi hermanito, y cuando les contesto que no, que es para mi hija, se van haciendo una mueca de desagrado. Ojalá y con ésta chica funcione

—¡Me encantan los niños!— exclama con emoción. Comienzo a ver a la chica como si la rodeara un aura de toxicidad y tuviera que alejarme, mínimo, 100 metros de ella

—No quería ser malo ni nada, pero no me interesa tener una cita contigo— le digo de la forma más educada posible

—Si no sales conmigo voy a decirle al dueño del restaurante que me has tratado mal— habla de forma suave, más bien como si fuera una niña inocente que no rompe ni un plato, pero a mí no me engaña, ella rompe la vajilla completa

—Puedes hacerlo, en todo el restaurante hay cámaras— señalo detrás de mí, una de las treinta cámaras que hay en todo el restaurante —en las imágenes podrá verse que llegaste a coquetear, pero que te he rechazado. Así que no arme un escándalo o quién llamará a seguridad soy yo y la demandaré por amenazarme—

—Idiota..— dice con molestia haciendo lo que debió haber hecho desde un principio, marcharse. No sin antes enseñarme el dedo medio, por supuesto

—Ufff, de la que me libré— hablo sacudiendo el polvo imaginario de mi traje —si Tn_____ me coge en ésta gracia me manda a dormir con Sunji—

Narración: Tn_____ Ta______

Acuesto a Sunji en su cuna, con mucho cuidado de no despertarla. Luego de haberla tapado cuidadosamente y haber ajustado la temperatura del cuarto para que no sea ni mui frío ni muy caluroso salgo de su habitación. Se que dormir ahora solo hará que se mantenga toda la madrugada despierta, pero si tiene sueño yo estoy dispuesta a dejarla dormir y sacrificar mi noche de sueño por ella. Además, solo dormirá hasta que Jungkook llegue en una hora y los tres podamos comer juntos

Bajo las escaleras hasta llegar a la cocina y recibirme el sonido del horno, indicando que lo que hay en su interior está terminado. Me aproximo a la mesa y agarro los guantes de cocina para proteger mis manos del calor. Saco del horno el delicioso pollo con papas que estoy preparando desde la tarde, luego de notar que mi tarde de chica se fue al carajo. Dejo la bandeja en el centro de la mesa ya organizada con todos los platos y cubiertos, además de los vasos claros

Ahora que Sunji se encuentra durmiendo, y la comida está hecha, puedo darme un merecido baño y arreglarme, tal vez, y solo tal vez, las cosas cambien entre Jungkook y yo, un poquito