Me gusta leer porque imagino todo lo que pasa. Imagino que soy yo la que vive esas aventuras, peleas, amorios y pruebas. Es como si mi vida fuera interesante; como si yo fuera importante. Me gusta tomar el lugar de las protagonistas. Enojarme por las malas decisiones.
Sorprenderme por los giros inesperados de la historia. Llorar porque tuvo un final trágico. Reír por las ocurrencias de los personajes. Amar a cada uno de ellos. Pero, sobre todo, sentirme especial porque viaje a miles de lugares, con tan solo encerrarme en mi habitación y abrir un libro.Hay desastres tan bonitos que escriben en vez de llorar.