Prólogo

236 15 13
                                    

Hola cómo están.
Aquí esta el prólogo de la historia.
Disfruten.
.
.
.
Todo estaba destruido, el lugar había quedo en ruinas, después de la gran batalla que se libró entre el bien y el mal, la oscuridad y el silencio reinaban en el lugar, no había nadie, a excepción de una pequeña babosa Slirena, que se encontraba entre los escombros del edificio, tratando de despertar a un chico, que estaba atrapado en éstos.

- mmmm... Do...Don... Donde estoy? - pregunta desorientado, abriendo sus párpados lentamente, para después ver a su babosa chillar de felicidad - ugh... Soni? - pregunta abriendo los ojos como plato, ya más despierto - qu... Que paso?... AH!.

Su babosa chilló de preocupación al verlo gritar de dolor, estaba acostado bocabajo, sobre un escombro con otro más grande y pesado encima, imposibilitado de salir o moverse, pues cada movimiento le producía un dolor horrible.

- agh... Eh... Éstoy bien Soni - dice para calmarlo - no puedo... Ugh!... Moverme... AH! - grita intentando liberarse, más le es imposible - madres - se quejo y Soni chilló triste - éstoy atorado... agh... No puedo... Auh!.... Ajay.... AYUDA!, ALGUIEN AYÚDEME! - grito desesperado.

Parecía que el lugar había sido abandonado después de los eventos de ese día, más sus gritos de auxilio fueron escuchados por una de las pocas personas que aún se encontraban en el lugar.

- oye tranquilo - pidió el hombre pelirrojo, de mayor edad, que iba hacia el.

El chico detuvo sus gritos desesperados para voltear a ver a su tutor con alivió y miedo, mientras que la Slirena se subía al hombro del mayor y chillaba con preocupación

- te estaba buscando, estas bien? - pregunta preocupado mientras le retiraba el escombro de encima

- agh!... Me duele - se quejo, con una mano en su costilla, mientras que el hombre lo ayudaba a tomar asiento - me duele todo el cuerpo - dice mientras que el mayor lo revisa con detenimiento.

De buen físico, aunque de estatura baja para alguien de su edad, tez clara y una corta cabellera marrón, era lo que definía a aquel chiquillo, más una característica única y peculiar que el chico poseia eran sus extraños ojos, eran igual de marrones que su cabello, más el brillo de estos no era como el de los demás habitantes de Bajoterra, en lugar de ser una raya que cruzaba de la pupila e iris hasta sobre salir, se trataba de un pequeño círculo en la parte superior izquierda en ambos ojos, algo pequeño, pero muy brillante.

Vestía un traje de colores oscuros una bandolera cruzada sobre su pecho, con una insignia rojo brillante que dejaba en claro para quien trabajaba.

- tienes bastantes golpes, pero tranquilo, vas a estar bien, todo va a estar bien - dice para calmarlo, tras revisar los moretones, rasguños y cortadas del chico

-... No... Shane... Los arrojo al terraportal... Están en las cavernas profundas ahora - dice con voz entre cortada.

- ... Que?... Los viste? - pregunta preocupado, más el chico no le respondió - el Dr. Blakk te dijo que no... - no termina pues el pelimarrón lo interrumpe.

- estaba escondido - respondió con arrepentimiento - quería... Ver a Evelyn - dice cabizbajo, mientras que las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.

Inmediatamente intento detener el paso de estas, no debía llorar, al Dr. Blakk no le gustaba que mostrara debilidad, más su tutor era de comprender estas emociones, era un adolescente después de todo.

- y... La viste? - pregunto con curiosidad y cierta lastima.

- ...No...

La Slirena se poso en su hombro y le acaricio la mejilla con su manita en un intento de consolarlo.

Bajoterra una nueva oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora