Dos años después de que Samantha se enterara de la verdad, su vida cambio totalmente, perdono a sus padres, confiaba más en las personas y encontró al amor, todo era de color de rosas para ella, pero todo tiene un final.
Una infidelidad, o eso es l...
-Jay, ¿sabes que no es divertido que me saques así de un bar con este frio?--- se queja Kim--- ¿Qué es lo que quieres?-
-saber qué fue lo que le dijo Hailey a Sam para que ella esté tan reacia a volver conmigo-
-si te digo Sam me mata--- pasa una mano por su cara como si estuviera exasperada
-Kim, yo amo a esa mujer... jamás la engañaría, y mucho menos con Hailey, yo quiero formar mi familia con ella, tú me conoces, sabes que no soy ese tipo de hombre-
Ella suspira rendida.
-Hailey fue a mi casa, le dijo que tú y ella tenían dos meses engañándola, que le alegraba que se fuera enterado porque ya no le resultaba divertido verle la cara de estúpida-
Me quedo mudo, ¿Qué llevaba dos meses engañándola? ¿De dónde había sacado eso? Me recuesto del carro y coloco ambas manos en mi cara.
-me imagino que tú querías ser el que se lo dijera-
La veo a la cara con el ceño fruncido ¿yo decírselo? Pero si nunca paso nada.
-entre Hailey y yo jamás paso algo-
-pero ella dijo...--- la interrumpo
-pues mintió, Sam y yo estábamos haciendo planes para tener un hijo, ¿tú crees que yo la voy a engañar?-
-todo tiene mucho más sentido ahora--- susurra para sí misma
-necesito tu ayuda, Kim--- digo en voz baja--- necesito recuperarla-
-hablare con ella, pero tú conoces a Samantha, sabes que es más terca que una mula-
Yo asiento.
-te aviso cualquier cosa-
Se despide de mí y vuelve a entrar al bar, suspiro y me subo a mi camioneta rumbo a mi departamento, que últimamente se siente más solo y frio.
Narra Samantha
A la mañana siguiente me levanto con más pereza que nunca y me meto directo al baño para ver si así me despierto un poco más, luego de unos quince minutos en los cuales me bañe e hice mis necesidades saco mi ropa y la coloco en la cama para empezarme a vestir.
Como hoy era uno de esos día en que amanecía con 0 ganas de vivir decidí colocare un mono de color gris con unas franjas rojas a los lados, unos tenis negros con la suela blanca y un buzo rojo, sin querer peinarme o maquillarme me recogí el cabello haciéndome un rodete mal hecho y me coloque unos lentes.
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Cuando fui hacer el desayuno, me di cuenta que Kim no durmió en casa, por esa razón decido solo comer una tostada y salir a comprar un café en la primera cafetería que vea.
Al llegar a la estación todos se me quedan viendo, pues sí, no es muy normal que yo llegue con más sueño que vida y que parezca un sol por lo espelucada que estoy.
-¿peleaste con el cepillo?--- escucho decir a Platt
-algo así-
Dejo un café en su escritorio y continúo mi caminata hacia las escaleras, pero antes de que coloque el código Platt me detiene.
-Severide te estas esperando en tu escritorio, es mejor que subas rápido, Jay no es muy amigable cuando está celoso-
Solo esas palabras me terminan de espabilar y coloco el código lo más rápido que puedo para luego terminar de subir las escaleras de esta misma forma.
Cuando llego, Kelly está hablando con Adam y Kevin, y Kim esta con Jay dentro de la sala del café.
-buenos días--- bostezo
Tan espabilada no estoy.
Jay sale de la sala junto a Kim en el momento que Kelly me saluda, dejando un beso en mi mejilla muy cerca de mis labios, para el gusto el Jay por lo que vi en su cara.
-¿ahora sí podemos hablar?--- pregunta
Yo asiento y tomo su mano llevándolo a la parte baja de la estación no sin antes repartir los cafés.
