Una vez el cuerpo dejo de dar señales de vida el joven exhala profundamente mientras por unos segundos se queda mirando sus sanguinolentas manos antes de volver a sus cabales una vez más, limpiando sus manos con la ropa del cadáver más cercano pudo divisar en el bolsillo del pantalón la silueta de un celular, creyendo que era el suyo no tardo en sustraerlo y al momento en que metió su mano en el bolsillo y sujeto el celular un sonido de cristal rompiéndose llego a sus oídos.
Retirando su mano aun sosteniendo el dispositivo, este se encontraba aplastado entre sus dedos de extremo a extremo por suerte para el no era su celular pero eso lo hizo estar más consciente de la nueva fuerza que ahora ostentaba, registrando los demás cuerpos con una delicadeza casi mecánica pudo sustraer dinero, billeteras, celulares y algunas llaves, registrando el ultimo cuerpo siendo este el primero que mato su vista muchas veces se desviaba al objeto con el cual lo apuñalo, metálico, con figura cilíndrica adornada por un patrón de líneas enrolladas y en su punta una cabeza con forma octagonal si se lo veía desde arriba, en pocas palabras, un tornillo ridículamente grande.
Una vez que pudo recuperar sus celular cogió todo lo de valor de sus víctimas y lo metió en la guantera del auto, midiendo su fuerza para no llegar a averiar el volante y los pedales el chico arranco el auto con tanta delicadeza que su conducir fue lo más lento y directo que podía realizar, el plan de ir a la ciudad se fue por el caño y lo que más necesitaba ahora era pensar, después de conducir por media hora en línea recta alejándose lo más que pudo de la escena del crimen, estaciono en auto en otro callejón apartado.
Una vez el motor se detuvo y el auto dejo de temblar el joven poso su frente contra el volante cerrando sus ojos, la imagen de la matanza realizada hace unos minutos volvía a repetirse en su cabeza y una vez más el factor de su moralidad y ética atacándolo brillaba por su ausencia mientras la euforia y satisfacción lo llenaban cada vez más y si tenía que resumir esa experiencia en palabras diría "Fue divertido".
Dejando de lado esos pensamientos separo la cara del volante y volvió a ver sus manos y aunque el auto no contaba con luz en su interior sabía que aún estaban rojas debido a la sangre junto a su ropa la cual de seguro también estaría manchada con la sangre aun fresca de los pandilleros sobre todo su chompa por lo que tomaría su celular y con cuidado prendería la linterna para abrir la guantera tomando el paquete de toallitas húmedas.
Después de algunos minutos y casi medio paquete de toallitas el joven había logrado sacar todo rastro de la sangre de sus manos, a lo que se refería a su ropa por lo menos en esta ocasión estaba llevando consigo una ropa de color oscuro que disimulaba parcialmente las gotas ya limpiadas al menos lo que se refería al torso pues las mangas fueron las más ensangrentadas siendo más visibles las manchas borrosas de sangre.
Resignado a quitar dichas manchas de sangre recordó como algunas de ellas volaron a su cara al momento de reventar las cabezas de esos dos pandilleros por lo tanto puso su celular en modo selfi y se vio el rostro, al hacerlo se llevó tal sorpresa que dio un brinco en su lugar soltando su celular.
Con cuidado lo busco y sostuvo volviendo a enfocar su rostro pensando que la sorpresa anterior fue causada talvez por haber abierto la galería o tal vez el cansancio que le hacía ver cosas, pero al volverse a ver la cara constato que lo que veía en la pantalla era y a la vez no era su cara.
Con una tez más pálida, un cutis prácticamente limpio, ausente de bello facial aparente, un rostro juvenil de talvez unos 17 o 18 años de edad con claros rasgos orientales adornado con una pequeña nariz, ojos de iris azules y un cabello alargado en la punta de un color gris claro el joven contemplo en la pantalla alguien que no era.
Mierda-dijo quedándose sin palabras a ver su rostro, inmediatamente se llevó su mano libre al cuello, esto ya lo estaba intuyendo desde que saludo a los pandilleros cuando se estrelló con ellos, no solo su apariencia y psique habían cambiado, incluso su idioma natal era otro y no solo lo hablaba, sino también lo entendía hasta incluso tal vez también lo leía y lo escribía.
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El humano roto de dxd (Reescrito)
DiversosTener un proposito es vital Al cerebro no le entra la idea de no hacer nada Vivir por vivir solo porque morir no es mejor opcion Otro fallo de los ganadores de la loteria Tienen tan idealizado lo que es tener mucho dinero que muchos de ellos se dan...