Ocho

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"Mejor... ámame correctamente"

El lugar donde sería la boda estaba preciosamente decorado por varias flores que hacían juego con las sillas blancas, además del arco que tenían algunas flores rosas y amarillas.

Los invitados iban llegando, los cuales se concentraban en ver a su alrededor impresionados, y es que realmente el lugar había quedado precioso.

-JungKook, esto quedó precioso - Halagó TaeHyung que venía junto a Jungkook, admirando hasta los mínimos detalles. JungKook sonrió orgulloso.

En el salón donde se haría la fiesta después de la boda había unas habitaciones donde los novios estaban vistiéndose, claro que cada uno en distintas habitaciones.

Mientras tanto los invitados se iban sentando y conversaban entre sí, Jin terminaba de acomodarse la corbata azul marino que era del mismo color que su chaqueta y pantalones, su camisa era blanca y sus zapatos negros estaban perfectamente lustrados. Su pelo rubio estaba peinado hacia atrás, mostrando su frente.

Suspiró nervioso, intentando calmar sus nervios. Lo único que quería era que el tiempo pasara rápido para poder ir hacia el altar y por fin poder ver a su futuro esposo.

-¿Nervioso? - Preguntó su madre entrando a su habitación. Jin asintió mordiendo su labio.

-Demasiado - La señora le sonrió enternecida, acercándose hasta su hijo acunando con sus manos sus mejillas - ¿Me veo bien?

-Te ves hermoso, hijo - El pelirubio sonrió mucho más tranquilo al tener a su madre a su lado - Debes tener curiosidad por saber como está NamJoon, ¿No? - Su madre le conocía tan bien. Asintió - Solo te diré que se ve hermoso, y está igual o más nervioso que tú - Acarició la mejilla de su hijo con cariño sonriendo.

-¿Pasa algo, mamá? - Se alarmó cuando vio una lagrima caer por la mejilla de su madre.

-Es solo que desde que naciste soñé por verte casándote y ahora mira, Estas apunto de casarte - No estaba llorando porque estaba triste, al contrario, estaba muy feliz por ver que su hijo se estaba apunto de casar con, en su opinión, uno de los mejores novios que había tenido en todo este tiempo.

-Mamá... - Enternecido acarició las mejillas contrarias. Se abrazaron consolándose mutuamente.

La puerta de la habitación fue abierta, asomándose YoonGi - Siento interrumpir, pero ya es hora, Jin - Anunció. La hora había llegado.

×××

La música comenzó a sonar, Jin levantó la mirada y pudo ver a NamJoon caminado junto con su madre. Sonrió instantáneamente al ver al pelinegro acercarse a él, siendo correspondido de la misma la forma.

Cuando estaban uno frente al otro se tomaron de las manos. El pelirubio se dedicó a admirar a su prometido, mirando cada detalle como su traje blanco hueso al igual que su corbata, su camisa era blanca al igual que sus zapatos.

-Te ves hermoso - Dijo en un susurro Jin entrelazando sus manos con las de NamJoon.

-Tu también - Juntó su frente con la contraria, dándose un beso esquimal.

-Bueno, empecemos - Inició la jueza que estaba encantada por ver el tierno momento, y es que Wendy amaba esa parte de su trabajo, solo esperaba que no viniera el ex de alguno a oponerse porque ya había visto eso tantas veces. Dio su discurso que ya se sabia de memoria, y el momento de su discurso que más amaba había llegado.

-Yo, Kim SeokJin, te quiero a ti como mi legitimo esposo y me entrego a ti. Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida - Dijo Jin diciendo su parte. HoSeok se acercó con los anillos. Jin tomó el anillo de oro para NamJoon, lo pasó por el dedo anular de la mano izquierda del pelinegro y relamió sus labios. Al menos no había pasado a tirar el anillo. Firmó el papel y volvió a mirar alegre a NamJoon.

-Yo, Kim NamJoon, te quiero a ti como mi legitimo esposo y me entrego a ti. Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida - Dijo esta vez NamJoon tomando el anillo de Jin, pasándolo por el dedo anular de la mano izquierda de Jin. Finalmente firmó el papel.

-Por el poder que me da el estado de Corea, yo los declaro esposos. Pueden besarse - El pelinegro rodeó con sus brazos el cuello ajeno, y Jin posó sus manos en la cadera de su ahora esposo. Se acercaron sonriendo, finalmente juntando sus labios.

Los invitados aplaudieron sonrientes. Oficialmente ya estaban casados.  

𝗗𝗲𝗮𝗿 𝗳𝘂𝘁𝘂𝗿𝗲 𝗵𝘂𝘀𝗯𝗮𝗻𝗱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora