⚠️ ADVERTENCIA, TEMA A TRATAR INCESTO ⚠️
Sin más que decir...
Me llamo Zhan, he sido hijo único, por consiguiente, muy mimado y consentido, fundamentalmente por mi padre Yibo, que tenia 23 años cuando nací, al igual que mi madre, he tenido una infancia muy feliz, siempre he estado sobreprotegido.
Mi papi Yibo, asi le digo habitualmente, fue de quien recibí el mayor cariño, no es que mi madre no me quisiese, pero no tengo dudas de que entre los dos preferia a mi padre.
Mi madre estaba algo celosa, se notaba, aunque trataba de disimularlo, pero mi padre era quien preparaba el desayuno, me llevaba a la escuela, me ayudaba con los deberes y me enseñó a bailar, que lo hacíamos cuando teníamos la oportunidad de lucirnos, y montones de cosas más, que guardo en mis recuerdos.
Había una conexión entre ambos, creo que fuera de lo común, me encantaba sentarme sobre sus rodillas, mientras tenía algún cuento o algo para entretenerme.
A los dieciocho años, tuve mi primer novio, mi padre fue bastante guardabosque conmigo, y creo que estaba celoso de mi pareja, pero siempre obtenía lo que pretendía, adulando a mi padre, con besos y caricias
A los veinte me quise casar, con este chico que daba la casualidad, tenía un nombre parecido al de mi papi, por supuesto se hizo una gran fiesta y me converti en señor, el dia de mi boda mi padre lloraba por el alejamiento de su hijo.
Aunque habíamos conseguido una casa, a dos cuadras de la de mis padres, así que iba a almorzar, y lo pasaba más en mi casa paterna que en la mía, por la noche cenaba con mi esposo, que se iba muy temprano a trabajar regresando cerca de la 7 PM.
Debo confesar que mi noche de bodas, no fue algo inolvidable, era virgen, no fue muy placentera, ni mi primera vez, ni las siguientes, digamos que no sentía gran excitación, no llegaba a tener ni un simple orgasmo, pero a pesar de eso, a los dos meses del casamiento, estaba embarazado.
Cuando hicimos participar a mis padres como a los de mi esposo, fue una alegria total, Yibo estaba más que eufórico ante la llegada de una nieta, dado que se conocía el sexo.
Me traía de todo, la cuna, ropa. Para su primera nieta, digamos que la felicidad que nos embargaba, habia invadido nuestros hogares.
A pesar del embarazo, que según se dice, el hombre esta mas alterada durante el proceso de su estado de preñez, en mi caso no pasaba nada. Todos los días iba a casa de mis padres, donde no dejaban de observar como iba creciendo mi panza, que recién para el quinto mes ya se hacía mucho mas evidente. Recuerdo que era un verano muy caluroso, andaba bastante livianita de ropa, luciendo totalmente despreocupada mi bella pancita, recibiendo halagos y hasta palabras bastante subidas de tono, por algún desubicado, que lo solo en hacer, era sonreirles.
Esa tarde llegué a casa, Yibo estaba tomando una cerveza, bajo la sombra de la parra, apenas llegué me besó, acariciando mi panza, produciéndome un cierto cosquilleo de placer, viniéndome a mi mente, la primera vez, que vi desnudo a papi, algo que me produjo la misma sensación que me ocurría en ese momento. Por supuesto que jamás lo mencioné y trate de olvidarlo, pero el estremecimiento fue muy similar al de esa oportunidad.
Superado ese momento, olvidé el incidente, continuando hablando de cualquier cosa Pero ese se repitió en otra oportunidad, y esa sensación me comenzaba a agradar, sin saber a ciencias cierta que sucedía.
Aunque comenzó a cautivarme esa sensación, que si bien no quería aceptar la realidad, cada vez que sucedía, pretendía mantener mas su mano en mi abdomen, sensación, que no me ocurría con mi esposo.
Era llegar a la casa de mis progenitores, para esperar las caricias de mi padre, que a veces apoyaba mi mano sobre la suya para prolongas ese contacto, por otro lado no recibia de mi esposo algo similar, era como que estaba volcando esas percepciones hacia mi padre.
El ser humano actúa de una manera extraña, pero la tentación es dificil de evitarla, por lo que me estaba sucediendo, sabiendo que era mi padre, no podía dejar de excitarme cada vez que sentía la palma de su mano.
Hasta deseaba que tocase mi pecho y desplazase por mi abdomen hasta llegar a mi miembro . Trataba de quitarme esa idea de la cabeza, pero me atraía, intentando no entrar en una loca fantasia.
Tampoco sabia o queria entregarme abiertamente, así que intentaba de disfrutar esos escasos minutos de placer.
Una de esas tardes, decidi no llevar sujetador, que usaba dado el crecimiento de mi pecho por el embarazo y la producción de leche, decidí llevar solo una camisa holgada, algo transparente desbrochada algo más abajo del crecimiento de mis pechos.