Estaba frente al espejo ligeramente nervioso por el primer día. No sé porque lo estaba, ya conocía a los chicos y había platicado con uno que otro de la escuela en la fiesta. Agarré mi celular antes de salir cuando me llego un mensaje. Era de Karla.Amor: Suerte en tu primer día!. No olvides ser siempre tu.
Daniel: Muchas gracias, amor!
Salí de la casa junto con mi papá. Le insistí a mi madre que no nos acompañara porque sabía que es lo que haría; llorar como magdalena hasta no poder. Ni que me fuera ir a la guerra.
— No la puedes culpar. Es muy sentimental. — habló papá.
— Lo sé papá, pero es mi último año. Que reputación tendría si ven que mi mamá esta casi en el piso llorando por mi primer día.
— No exageres, Dani. — dijo mi padre queriendo aguantarse la risa— Y dime ¿qué tal te cayo Grettel?
— ¿Grettel? La verdad muy bien. Es una gran chica, muy simpática, amable y muy linda.
— Ahhhh, linda ehh?
— No empieces. Sigo teniendo una relación.
— No dije nada, hijo. — dijo levantando sus manos en inocencia— Sus amigos también te cayeron bien a lo que me di cuenta.
— La verdad si, son muy agradables. De echo, Ethan es el capitán del equipo de Básquet, Charly y Diego están en el equipo también. A lo mejor y entró.
— ¿En serio? — papá se giró hacía mi con una sonrisa de oreja a oreja—: eso sería increíble Daniel!!
— No te emociones tanto pa, lo estoy considerando.
— Pues espero lo hagas!
Llegamos a la escuela y había mucha gente llegando. A lo que vi en la entrada, la escuela era grande y muy bonita.
— Éxito en tu primer día hijo!
— Gracias papá, te veo después.
Me baje del carro y camine hacía la escuela. Con cada paso que daba la escuela se hacía más grande. Entre a un edificio donde había un pasillo y casilleros, había gente de primer año un poco confundida en el lugar mientras que los de segundo y último año pasaban a sus casilleros e iban a sus salones. En medio del pasillo estaba una señora dando algunas instrucciones, me acerqué a ella para que me ayudara.
— Buenos días!
— ...Si es por allá— le término de decir a un joven y se giró hacía a mí— Hola querido, ¿me permites tu horario?
— No tengo uno. Soy nuevo y de último año.
— Ah, ya veo. Bueno, vas a salir de este edificio y entrarás al que esta al lado, entrando estará una señora que te ayudará.
— Muchas gracias!
Me giré hacía la salida para llegar al siguiente edificio. Entré al lugar y ahí estaba muy tranquilo todo. Vi a una señora en la recepción recibiendo a unos estudiantes. Ella me vió entrar y se acercó.
— Hola! ¿Eres de último año?
— Buen día, si lo soy.
— ¿Me dices tu apellido, por favor?
— Si, es Garcés.
— Perfecto, espera aquí con los demás.
Me acerqué a los demás que estaban y ellos platicaban de algo sobre una fiesta.
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A tu lado
Teen FictionCasi todas las personas de 17 años ya saben lo que quieren en la vida. También Daniel... o eso es lo que él cree. Pero, que tal si mudarse a un pueblo completamente lejos de donde actualmente vive podría cambiar un poco esas decisiones. Estando lej...