Y es que marcaste tanto mi vida que incluso pequeños detalles como caminar del lado izquierdo de la banqueta me recuerda a ti o dejar de comer esa paleta con la que llegabas a mi casa porque si no vienen de ti, ya no me interesa, incluso la serie que tanto me gustaba me recuerda a aquellas madrugadas en las que solías aguantar la risa para no despertar a mis papás o aquellas películas de Harry Potter que logré que vieras y ahora ya no me apetece si quiera mirarlas un rato porque inmediatamente pienso en esa última vez en tu sofá mientras acariciabas mis piernas y yo jugaba con tu cabello...
simples y pequeños detalles.
