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you such a dream come true, make a bitch wanna hit snooze.


-Desnudo, sobre la cama y abierto para mí, ahora. -Demandó con una ronca y baja voz, a lo que el mas pequeño, de forma ansiosa acató sin chistar desnudándose al minuto y acostándose con una de sus piernas flexionadas en la cama. Esperando el próximo movimiento de su mejor amigo quien sacó un condón y lubricante del cajón de la mesita de luz cercana a ellos.

El aspecto físico de Louis no se quedaba atrás, para nada, y eso Harry lo tenía muy presente. Su belleza era muy visible, tanto que lo tenía loco por él.
Y es que, los delgados belfos que constantemente relamía o mordía de manera inconsciente, las gráciles caderas, los muslos anchos y fuertes además de la sonrisa amplia, su delicada y perfecta piel caramelo que contrastaba con su claro cabello castaño lograban que Louis luciera jodidamente sexy.

Trepa posicionándose entre las piernas del otro, reparando en tan exótica imagen. Hasta puede llegar a jurar que es la mejor que ha podido apreciar con sus ojos en toda su vida; el ojiazul atendiendo su doloroso pene con un despacio vaivén esparciendo el presemen por toda la longitud. Una mueca de placer yace en su angelical rostro al mirarlo desde abajo, con sus dulces y brillosos labios ligeramente abiertos soltando pequeños gimoteos. Tan necesitado de recibir su atención.

-A-apres-... -Intenta reclamar pero es interrumpido por el contrario que se arrodilla agarrando su semi erecto miembro para autocomplacerse mientras lo observa desde lo alto.

-Sigue tocándote, precioso -Ordena de forma entre dominante y suave mientras se inclina sobre este, sosteniéndose con un solo brazo a la altura de la castaña cabeza. -¿Cuántas veces quieres correrte esta noche, Lou? -Dice jocoso, una sonrisa de tiernos hoyuelos aparece discrepándose con la lujuria que irradiaba.

Una vez tiene nuevamente una erección, dirige su mano libre a uno de los muslos del menor de ellos, disfrutando la tersa y lisa piel bajo su tacto.

Su amigo jadea soltando su miembro para llevar sus propias manos al torso del chico sobre él y tocarlo a su gusto, para posteriormente sonreír de manera vaga rodeando su cuello con sus brazos y su fina cintura con una de sus piernas. Intentando apegar más sus cuerpos y crear algún tipo de fricción para calmar su desespero.

-Las veces que aguantes -Responde divertido provocando que Harry se aproxime a su mandíbula, dejando una fuerte mordida que hace entre gritar y gemir a Louis para luego pasear sus labios por esta hasta llegar a su oído izquierdo.

-No estoy seguro que ese culo que tienes lo pueda soportar, pero... Bien, lo intentaremos -Habla arrogante, manteniendo su sonrisa ladina. El de hebras cafés niega riendo bajo, sin llegar a separar sus labios. -Muy bien, Lou, ahora chupa, -Dirige tres de sus largos falanges a su cavidad bucal para que este empiece a ensalivarlos con fervor, sin despegar en ningún momento sus fanales empapados de placer de los de Harry, quien le devuelve el gesto de igual forma admirando lo obsceno que podía llegar a ser. -Suficiente. -Suspira extasiado, retirando sus dígitos con rapidez, y poniendo un poco de lubricante en el menor.

Tantea su estrecha entrada, haciéndolo delirar, e introduce un dedo lentamente a la vez que esparce besos húmedos por sus clavículas, descendiendo a su pecho y pezones. Creando un camino de marcas rojizas en esa piel reluciente que lo volvía insano. Ante esto, Louis soltaba fuertes gimoteos, impaciente por obtener más.

Entonces Harry decide darle más, metiendo repentinamente los otros dos para penetrarlo ahora con tres dígitos y maltratar su próstata sin compasión, motivando a que el volumen de los gemidos del ojiazul aumenten para pasar a ser gritos descontrolados.

Los amigos no son comidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora