Big Heart [Luzuplay]

20

Raúl suspiro mientras se veía una y otra vez en el espejo, asqueado de el mismo. Si, había estado yendo al gimnasio y había bajado unos 4 kilos, pero el cambio no era tan notorio a como se suponía

Seguía teniendo unas feas lonjas, comenzó a notar las estrías en sus caderas, y piernas debido a la perdida de peso, su cara permanecía igual de rechoncha. Lo único que lograba consolarlo era su abdomen (el cual ya no colgaba) y sus brazos que lucían más delgados

<Te vez igual de asqueroso, cerdo>

Negó con la cabeza alejando esos pensamientos desagradables, ya era momento de empezar a vestirse. Su atuendo constaba de una sudadera de unas tallas más grandes de lo usual color negro y un pantalón holgado del mismo tono. Nada fuera de lo común, preferiría no llevar nada apretado y de colores llamativos

Se sentía ansioso. Raúl solos quería que todo saliera bien

–¡Raulito, bebe, te busca el chico bonito!–su madre le grito desde el primer piso

El sonrojo que llego a su rostro fue inmediato, su madre no era la persona más callada y discreta del mundo

No volvió a mirarse en el espejo y simplemente salió de la habitación con los nervios a flor de piel. Bajo las escaleras con lentitud, sus piernas temblaban y su pulso se encontraba demasiado acelerado

Una vez que estuvo en la sala, contuvo el aliento. Borja se encontraba en el sofá favorito de su padre, luciendo igual de perfecto que siempre, pero lo que más llamo su atención fue verlo vestido con otra cosa que no fuera el uniforme

Vestía una fina camisa color vino, un pantalón de cuero negro y una chaqueta que combinada bien con sus botas del mismo color. Parecía un Bad Boy de novela cliché

Raúl suspiro anonadado, Borja siempre lograba sorprenderle con aquella belleza única.

Sus ojos hicieron contacto con los contrarios, y los aparto casi enseguida

–Hola–el menor se apresuro a saludar levantando su mano

Borja se levanto del sofá imitando la acción de Raúl, quien dio gracias al cielo por el hecho de que su madre no se encontraba con ellos en ese momento, ya que se sentía demasiado avergonzado

–H-Hola, te ves muy bonito–Borja le halago con las mejillas enrojecidas

–Gracias–dijo en un murmullo y la cabeza gacha

–Creo que deberíamos irnos.

Raúl asintió ante la sugerencia de Borja, éste se acerco a él con duda. Raúl respiro pesado cuando Borja estuvo lo suficientemente cerca como para oír su respiración algo frenética. La mano del mayor fua a parar a la mejilla de Raúl, acariciandola con un cariño inimaginable, la otra se entrelazó con una de las suyas, dando un leve apretón. Raúl tuvo esa sensación de que iba a morir de la emoción

–Vamos– susurro Borja con una pequeña sonrisa en su rostro

[🖤+💛]