Península (Jung Seok x F!Reader)

Capítulo 2

──── T/n's pov ────

Medianoche.

Jung Seok y yo fuimos al barco, nos cambiamos de ropa y ahora estamos preparando las armas. 

Uno de los hombres se acercó a nosotros. 

—Casi llegamos, no tienen porque mirarme con esa cara, pronto serán ricos, tomen lo que necesiten, no olviden que… los zombies son ciegos por la noche pero muy sensibles al sonido, y lo más importante, los dejaremos en tierra y nos quedaremos en el mar esperandolos por tres días, lleven estos —dijo el hombre mientras sacaba dos radios y los entregaba.

—Llamen apenas lleguen al puerto con el camión y luego, los subiremos al barco —dijo y dio media vuelta antes de volver a hablar—. Algo más, recuerden que escaparon de allí con vida, no sean estúpidos, no se arriesguen intentando salvarse el uno al otro por nada —dijo el hombre mientras se iba. 

—Descuida, lo sabemos —dijo Chul-min y miró a Jung Seok. 

—No nos defrauden —dijo el hombre y se fue. 

—No me gusta que ustedes dos se conozcan desde antes —le dijo la mujer a mi lado a Chul-min y Jung Seok.

—Tienes razón, pase lo que pase lo tenemos que lograr, no dejen que sus asuntos  personales interfieran—dijo el hombre sentado junto a la mujer. 

—No siento nada de afecto hacia él, no se preocupen —dijo Chul-min. 

—Jung Seok, puedo hablar contigo —dije mirándolo.

Él asintió y ambos nos alejamos de los demás. 

—Toma, quiero darte esto, solo si yo-quiero decir si nos separamos… te dará suerte —dije dándole mi collar y poniéndolo en su mano. 

—¿Suerte? ¿Tuviste suerte antes? —Jung Seok me preguntó. 

—Ya tengo suerte, eres tú —dije mirándolo a los ojos. 

Se inclinó y se acercó a mis labios, sus labios estaban sobre los míos y le devolví el beso. 

—Está bien tortolitos, es hora de irnos —la mujer interrumpió nuestro beso.

Miré a Jung Seok y él me miró y me dio una pequeña sonrisa.

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Nos subimos en el barco y empezamos a remar hasta llegar al puerto. Jung Seok se levantó primero y nos ayudó a mí y a los demás a salir del barco. Comenzamos a caminar lentamente, solo se podía  escuchar el sonido del viento y nuestros pasos.

Vimos en el suelo algo escrito "Dios nos ha abandonado", miré a Jung Seok. 

—Hay otros aquí —le susurro. 

—No vinimos de paseo, nos tenemos que apresurar e irnos antes de que salga el sol —dijo el hombre, al lado de un auto.

—Terminemos con esto de una vez —dijo la mujer.

Todos subimos al auto, estaba en medio de Jung Seok y Chul-Min, la mujer conducía y el hombre estaba en el asiento delantero. 

—Miren, está irreconocible. La ciudad se fue a la mierda en solo cuatro años —dijo la mujer mientras miraba por la ventana, conduciendo.

—¿Vivías en la ciudad? —le pregunté a la mujer. 

—Solía conducir un taxi, así que conozco las calles —respondió la mujer.

—Genial, a pesar de todo armaron un equipo decente —dijo el hombre. 

Después de eso todo se quedó en silencio. Miré a Jung Seok y lo vi mirando la ventana, había una etiqueta que decía "Un país sano y sin preocupaciones" en la parte superior de un edificio. Tome su mano. Él me miró y entrelazó nuestros dedos.

La mujer detuvo el auto.

—Puede que sea ese —dijo mirando un por sus binoculares.

Miramos el camión. 

—La matrícula es 6431 —Jung dijo suk. Asentí—. Quédate aquí, iré solo —me dijo Jung Seok.

Me soltó la mano, abrió la puerta del auto y salió cerrando la puerta detrás de él antes de que le digamos algo. 

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Pasados ​​unos segundos, volvió. 

—¿Era el camión? —preguntó Chul-Min. 

—No, no era —dijo Jung Seok—. Debería estar  cerca, sigamos buscando. 

La mujer comenzó a conducir de nuevo. 

Condujo durante un minuto, luego se detuvo en la parte superior de un puente y abrió la ventana. 

—Miren, ahí abajo hay otro  —dijo. 

—Bajemos entonces  —dijo el hombre. La mujer se dirigió al camión.

—Iré a echar un vistazo quédense aquí —dijo Jung Seok. 

—Olvidalo, ¿acaso te divierte? No irás solo  —Chul-Min dijo. 

Él asintió, todos salimos del auto excepto la mujer. 

—Lo encontramos —dijo el hombre y comenzó a abrir el camión.

Miré a Jung Seok y lo vi mirando un auto. 

—Jung Seok, es el camión —le dije. Vimos muchas bolsas negras, nos miramos y comenzamos a abrir las bolsas y vimos muchos dólares en ellas. 

—Era cierto, todas están llenas de dólares  —dijo Chul-Min mientras nos miraba. 

—Encontramos el dinero, vamos —Jung Seok dijo. 

El hombre y yo fuimos al asiento del conductor. Vimos a un tipo muerto sentado. 

—Vengan aquí —les dije.

—Creo que es la última persona que enviaron    —dijo el hombre a Jung Seok y Chul-Min. 

—Que horrible, se habrían convertido en millonarios —dijo Chul-Min.

—Sì, por suerte para nosotros, ayudenme a sacarlo  —dijo el hombre riéndose. Chul-Min abrió la puerta y comenzó a sacarlo hasta que los ojos del zombie se abrieron. 

—¡¡Cuidado, Chul-Min!! —grité. 

Chul-Min puso su brazo en el volante y un fuerte ruido se escuchó. Vimos algunos zombiees en nuestro camino. Jung Seok alejo a Chul-min y le disparó al zombie.

—Suban al camión —dijo Jung Seok al hombre y a mí. 

Chul-Min fue al auto y la mujer comenzó a conducir mientras yo y el hombre subíamos al camión y Jung Seok comenzaba a dispararle a los zombies. El hombre comienza a conducir de reversa y golpea un automóvil, ganando la   atención de los zombies. Llegamos a lo alto del puente. 

—Jung Seok, ve más rápido —le grité y comenzó a correr hacia nosotros.

Le abrí la puerta, él entró y cerró la puerta. El hombre comenzó a conducir hacia el puerto. 

—Solo hay que llegar al puerto y llamar, no pensé que esto sería tan fácil —dijo el hombre riendo. 

—Dame el teléfono —dijo Jung Seok. Luego, de la nada, la luz del fuego comienza a aparecer frente a nosotros y nos hace detenernos. 

—¿Qué está pasando? —dije y la única respuesta que obtuve fue el silencio. Vimos que los zombies venían de frente. 

—¡No se detengan! —Jung Seok gritó por la venta. 

Ella comenzó a conducir y nosotros lo hicimos, pero el auto volcó y chocamos contra ellos. Todo lo que puedo sentir es que salí volando del camión y todo se volvió negro.