Península (Jung Seok x F!Reader)

Capítulo 1

──── T/n's pov ────

Estoy con mis padres en el auto camino hacia el barco que nos llevará a Japón, en el camino vimos un auto chocado y una mujer con una blusa azul, con su esposo y su hija, estaba rogando que al menos llevaramos a su hija con nosotros, pero mi papá no la escuchó y siguió manejando hacia el barco. 

Me sentí mal por mal por esa familia.

Llegamos al barco y nos subimos, había mucha gente que no había lugar para sentarse, pero

afortunadamente encontramos un lugar. 

Le dije a mamá y papá que me iba a ir a dormir. Fui allí y había una fila larga, pero esperé en la fila hasta que escuché que la gente gritaba "infectado" y salía corriendo, ahí fue cuando me di cuenta, mis padres estaban en el lugar del que la gente huía.

Empiezo a correr hacia atrás mientras aguantaba mis lágrimas esperando que todavía estuvieran vivos pero cuando llegué había un soldado cerrando la puerta por culpa de los infectados que estaban empujando la puerta. 

—¡MAMÁ, PAPÁ! —empiezo a gritar, llorar y correr, pero el soldado me agarra de la cintura tratando de impedir que entre.

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── Cuatro años después ──

Han pasado cuatro años desde que sucedió esa mierda en Corea y terminé en Hong Kong, me quede con ese soldado llamado Jung Seok.

Estábamos juntos en el apartamento, él está durmiendo y yo veo las estrellas desde la ventana hasta que un grupo de personas entró a nuestro apartamento y estaban tratando de despertar a Jung Seok hasta que él comenzó a golpearlos, me escuchó gritar porque uno de los hombres estaba a punto de tocarme.

—No la toques —dijo con una voz calmada y enojada. Me miró dándome una mirada de "¿estás bien?"

Asentí hacia él. 

—Suficiente. No venimos aquí a pelear, el jefe  quiere hablar con ustedes  —nos dijo uno de ellos. 

Jung seok me ayudó a ponerme de pie, envolví mis brazos alrededor de su brazo acercándome a él. Empezamos a caminar y todos los ojos de la gente estaban puestos en nosotros.

 Llegamos al lugar y vimos a Chul-min, el esposo de la hermana de Jung seok sentado en un sofá, Jung seok se soltó de mi agarre y fue hacia él. 

—¿Qué haces tú aquí? Vámonos  —le dijo a Chul-min. 

—No, suéltame  —dijo Chul-min mientras quitaba su brazo de la mano de Jung Seok. 

—¡Hermano! —Jung Seok llamó en voz alta.

—¿Hermano? Lo llamaste hermano. ¿Son hermanos? ¿Eh? —dijo un anciano que vino por detrás con un sombrero en la mano. 

—No, no, no, era el hermano de mi difunta esposa, no el mío  —dijo Chul Min. 

—Parece ser una historia muy trágica —dijo el anciano.

Entonces uno de los hombres me empujó hacia Jung seok.

—Siéntate —dijo mientras nos miraba, nos sentamos y el anciano vino y se sentó con nosotros.

—Siempre es lo mismo con ustedes, los que vienen de la península, todos son iguales, llegan contando sus tristes historias, hablemos de negocios. Escuché un rumor, me dijeron que hay personas que decidieron regresar a la península para ganarse la vida, a los zombis no les importa todo el oro y dinero que hay en la ciudad sin nada de vigilancia. ¡Creo que es ingenioso! —dijo el anciano mientras nos miraba.

—Wow, ¿quieres que volvamos? ¿Perdiste la cabeza? —dijo Jung Seok mientras miraba al anciano. 

—Oye, hermano, mi cabeza está donde debe estar, pero gracias —dijo el anciano. 

—Okay, sabrás que los países vecinos de la península están controlando cada barco y avión que cruza la frontera, ¿cómo esperas que lo hagamos ? —le dijo Jung Seok al anciano. 

—Ya se ha hecho —dijo alguien.

—No hay que preocuparse por los guardacostas. Mientras sigamos pagándoles, los barcos entraran y los barco saldran. De hecho, técnicamente, ya teníamos el dinero y el camión, veinte millones de dólares, hasta que perdimos el contacto, ¿en qué parte quedó el camión? —dijo el anciano y  luego miró a sus hombres.

—En el puente de Omok —dijo uno de sus hombres. El anciano señaló el puente en un mapa. 

—Aquí, no creo que sea tan difícil. Tan solo deben ir de noche, tomen el camión, regresen con el dinero y no se preocupen por esos zombis. Oí que son prácticamente ciegos por la noche —dijo el anciano. 

Jung Seok me miró y luego a Chul Min. 

—De acuerdo. ¿Qué parte de dinero nos darán? —preguntó Chul-min al anciano.

El anciano se rió y dijo. —Bueno, esa es la parte interesante. La mitad, sólo si regresan con vida, Son dos millones y medio de dólares por cabeza, ¡piensen! —dijo el anciano. 

Jung Seok miró a Chul-min y luego a mí. 

—Te veré en el apartamento —le susurré y me  fui de vuelta al apartamento.

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Cerré la puerta cuando llegué al apartamento, me acosté en la cama y cerré los ojos para dormir hasta que escuché que tocaban la puerta.

—¿Quién es? —pregunté antes de abrir la puerta. 

—Soy yo, Jung Seok —escuché la voz de Jung Seok desde el otro lado y le abrí la puerta. Me miró y entró en el apartamento. Cerré la puerta y ambos nos sentamos en la cama. 

—¿Por qué sigues despierta? —preguntó. 

—Estaba a punto de dormir pero llamaste a la puerta —dije en voz baja. 

—Lo siento, vamos a dormir, tendremos un largo viaje mañana —dijo Jung Seok. 

Asentí y me acosté en la cama mientras Jung Seok se sentaba en el suelo ya que solo había una cama en el apartamento.

—Ven, puedes dormir a mi lado —mientras le hacía espacio. Sacudió la cabeza. 

—Solo duerme, estoy cómodo aquí —dijo Jung Seok. 

—Pero ambos necesitamos descansar para mañana —dije, insistiendo en que durmiera en la cama. Se puso de pie y se acostó a mi lado. 

Nos miramos un rato hasta que sentí su mano en mi mejilla. Lo miré a los ojos y luego a sus labios. Ambos comenzamos a inclinarnos el uno hacia el otro hasta que sentimos nuestros labios uno sobre el otro. 

Sentí que mi corazón latía rápido mientras nos besabamos. Rompí el beso y lo miré a los ojos. Me acerqué a él mientras envolvía su brazo alrededor de mí, acercándose a su pecho. 

—Te protegeré con mi vida, T/n, te lo prometo —dijo Jung Seok. Una sonrisa aparece en mi rostro.

 Cerré los ojos y me quedé dormida.