trillizos › chanlix

treinta y dos.

—¿Q-Qué?

Chan sintió que su alma salía de su cuerpo, ¡maldita sea la hora en que aceptó suplantar a su hermano!

—Sí, no intentes negarlo porque Chanji me lo dijo. —mencionó Felix mirándole con diversión, la expresión del empresario era todo un caso, incluso divisó sus mejillas rosas.

—¿Y ese tonto cómo lo supo?— cuestionó Chan ofendido mientras se quitaba las gafas y revolvía su cabello con urgencia, pasó toda la humillación de fingir ser Chanji para nada.

Bueno, al menos recibió un beso de esa cosita rubia llamada Felix.

—¡Aigoo, Chan! El ofendido debería ser tu hermano por intentar sabotearlo.

—Sí, bueno. En mi defensa, Minho me dió la idea. —se excusó el pelinegro saliendo del carrito chocón, le tendió la mano a Felix para ayudarlo a levantarse. —Hey, ¿cómo lo supiste?

—Llamé a Chanji y además me dijo que vió a todos en tu automóvil. —rió el rubio con fuerza, se llevó las manos al vientre mientras observaba la cara indignada del empresario.

Chan caminó a un lado de Felix, ambos iban a pasos lentos por el parque de atracciones. Aún había un montón de gente divirtiéndose por el lugar, era bastante bueno.

—¡Yah! Qué gran estafa ha sido esto.

—Es justo, Channnie. —murmuró con burla disfrutando de la indignación del otro, sus expresiones eran graciosas.

—Bueno, yo...

Sus palabras fueron interrumpidas cuando Felix dejó un beso en su mejilla.

—Fue una buena cita, Chan.

—¿Te digo algo?— susurra el pelinegro muy cerca de él, la respiración de Chan está se siente cálida. — Casi compro todo el carrito de algodones sólo para no hacer fila.

Felix suelta una risita y niega ante las palabras del mayor, no puede creer que pensara en hacerlo.

—Eso no es muy negociante de tu parte.

—Shh, soy un experto en las inversiones, Lee Felix.

Chan traga saliva antes de acercarse de nuevo al rubio, parece dudar unos cuantos instantes pero finalmente deja un beso en su frente.

—...Y hoy he hecho mi mejor inversión.

—¿Cuál es?— cuestiona el rubio con confusión, Chan está en una cercanía que le pone nervioso.

—Invertir mi amor en ti, esa ha sido mi mejor inversión hasta ahora.