Impulsos Desbordantes «South Park» [Twomas]

IMPULSOS DESBORDANTES

Nota Inicial: El síndrome de Tourette es un síndrome real, que personas reales lo tienen, y es más complejo que lo que un episodio de una caricatura pudo explicar. A la hora de comentar sobre el tema, recuerden tener criterio formado. 

Si el día anterior alguien le hubiese preguntado a Tweek si sus planes incluirían desnudarse para alguien y esperar lo inesperado, él hubiese dicho que era normal para él. Una de sus actividades favoritas. En especial porque el día anterior Tweek había sido osado con sus mensajes sexuales y había enviado algunos audios atrevidos de su voz suplicando, rogando y diciendo con su voz entrecortada cuánto anhelaba ser llenado y tocado.

Si hace un mes alguien le hubiese dicho a Tweek que él estaría enviando mensajes eróticos a alguien, él hubiese encontrado la aseguración muy incómoda. Tweek hubiese creído que alguien había espiado en sus mensajes más privados y que debió haber creído en los comerciales de VPN y tantas cosas más.

Si hace tres meses alguien le hubiese dicho a Tweek que él estaría tentando al león para que lo devorase y que querría ser llamado por nombres obscenos y ser usado como si fuese un juguete sexual barato, él se hubiese ofendido. Jamás en la vida Tweek hubiese hecho algo como eso. Después de todo, la única persona quien le interesaba en ese entonces era un chico de su edad bastante valiente y dulce que quería aprender repostería con él a pesar de que en múltiples ocasiones botaba los huevos al suelo o lanzaba harina en la cara de Tweek. Pero él entendía todo eso porque constantemente Tweek lanzaba la mitad de la mezcla al suelo o sus medidas no eran tan precisas ya que parte de los líquidos se regaban debido a sus manos temblorosas. En todo caso, Thomas, el chico dulce y valiente con síndrome de Tourette y él eran un equipo caótico. Pero era lindo. No Thomas, los momentos eran lindos. Y, bueno, si Tweek se atrevía a pensarlo, se diría a si mismo y solo a él, que Thomas también era lindo, con su cabello rubio, su rostro afilado pero lleno de rasgos determinantes y ojos extremadamente observadores. En eso resumiría sus encuentros con Thomas. No obscenidades sacadas de sus más salvajes sueños que Tweek no podía contarle a nadie porque eran un irrespeto a todos los involucrados.

Si hace cinco meses alguien le hubiese dicho a Tweek que estaría ansiando el momento en que alguien lo viese como si fuese a devorarlo, él se hubiese reído. Eso era excesivo. Tweek evitaba hacer cosas excesivas. Porque eran peligrosas.

Pero el pasado estaba atrás ¿Y en ese momento? Los impulsos desbordantes y obscenos de Thomas eran todo lo que él quería.

Tweek cerró los ojos y respiró lentamente. Su voz sonó entrecortada solo por la antelación. Él deslizó sus manos sobre las sábanas y se aferró a estas con fuerza. Usualmente no le gustaba estar completamente desnudo y sin controlar su alrededor. Él podía sentir su corazón acelerarse con violencia ante la espera. Pero era una buena sensación. Allá afuera el mundo podía intimidarlo y preocuparlo ¿Pero ahí? Ahí él estaba bien, estaba seguro. Tweek no tenía que preocuparse de nada más. Aún la ansiedad de no saber qué iba a pasar, era algo agradable de sentir. Porque nada estaba bajo su control.