puedes hacerlo mejor

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En Nueva York nunca se había visto un chico tan bonito.
Pantalones de campana rosados que se amoldeaban a sus gruesos muslos combinados con una camisa abierta en el pecho y un lindo blazer estilo italiano del mismo color, con flores en los lados y para darle un toque unas lindas gafas de sol en forma de corazón.

Definitivamente no pasaba desapercibido.
Lo veia en la forma que la gente murmuraba o contorcionaba su cara al verlo pasar, pero poco le importaba ya estaba acostumbrado a la homofobia de la época, era de esperarse estando en los 70's, pero se sabía que nadie podría tocarle un pelo por los rumores que lo rodeaban desde que llegó las calles de New York.

Harry Style hijo del mismísimo Frank Costello, no era su hijo de sangre, pero el aprecio era el mismo. Temían de Harry y todo lo que tenía que ver con su familia.
El simplemente vivía su vida, un chico de 21 años que iba con toda la actitud a ver a su novio.

Llegando a la octava avenida donde se encontraba el famoso periódico The New York Times entró como si fuera el dueño, quizás no es el dueño pero Louis Tomlinson si lo era y Harry era el novio de Louis. Específicamente nadie lo sabía, más bien sospechaban de esa extraña amistad y más cuando el ojiverde lo visitaba y Louis enloquesidamente pedía que todos los que estuviera en la misma planta que el se fuera de inmediato. No era discretos, pero como era de saberse nadie querría meterse con el hijastro de una narcotraficante, así que simplemente nadie hablaba de nada lo lo sucedía en ese edificio.

En el ascensor se encontraba con una mujer que lo miraba de pies a cabeza con un gesto de desaprobación eso hacía que alimentará más el ego de Harry, era confiado de sí mismo, caprichoso y muy mimado; muy altanero y quería que todo fuera a su gusto. Una mirada es lo que menos le importa, zapateaba en señal de desafio hacia la mujer y bufaba por lo lento que iba el ascensor

-si me sigues mirando me gastaré.- le comento harry a la mujer.

Salió del ascensor que justo lo daba a la oficina de su tan enamorado novio. Sin golpear entró a la habitación donde Louis estaba gritándole a 4 personas que se encontraban ahí.

-fuera todos!.- dijo Louis señalando la puerta
Tal y como dijo, todos salieron quedan solo el y Harry

-Hola amor. Te extrañe.- se dirijo a el ojiverde mienstras estiraba sus manos para abrazarlo

El solo se dirigió apuntándo con un dedo, simulando indignación

-una de tus empleadas me ofendió, Quiero que la despidas.- Louis lo miro con un gesto de confusión -creo que se llamaba amelia. Fue grosera, me miro muy mal.-

-amor seria la quinta persona que me haces despedir por que según tu te miro mal. No puedo hacer eso.- calmadamente explicó que no podía cumplir el capricho de su novio

-si me amaras lo harías.- claramente era un capricho, era más en modo de venganza para demostrarle a la pobre chica quien mandaba

El de cabello castaño estiro su mano para agarra la cara del contrario y besarlo tiernamente

-dije que te extrañe.-

-Yo igual a ti.- correspondió dejando dos ligeros besos en los labios contrarios.

- ¿como estuvo tu día? ¿que haz hecho?.- pregunto el de ojos celestes

El de rulos procedió a contarle lo que había estado haciendo, contándole cosas triviales. La mirada de Louis brillaban ante Harry. Amaba a la persona que estaba al frente de él; por verlo feliz haría cualquier cosa sin importar que; estaba totalmente enamorado; cayó profundamente; nadie podía negarlo.

- eres la persona más bonita que ha estado en new york o en el mundo.- miraba detenidamente las facciones de su contrario
Harry procedió a quitarse las gafas para sonreírle coquetamente a el castaño, para el la relación era más como una montaña rusa y le gustaba,
Porqué era como sentirse drogado y a la vez lucido, le gustaba saber que tenía cierto poder sobre Louis. Sabía con que acciones podía hacer que los ojos celestes lo adorarán como si fuera lo único en la tierra.

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