Capítulo 4. Confianza

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Ya después de regresar de comprar, se dirigió a la cocina y observó al azabache quién lo miró de vuelta, sacando un bote con pastillas de sangre artificial, el azabache lo vio a los ojos con asombro ya que no pensó que saldría por eso.

El castaño disolvió una en un vaso de agua y se lo dio a Elías, mientras tanto siguió con la cena y al terminarla, escucho los sollozos de Vanessa en un pasillo y al acercarse la encontró en una esquina con lágrimas brotando de sus ojos, se acerco lentamente y se sentó por un lado, Vanessa se dio cuenta de la presencia del castaño así que trató de secar sus lágrimas que no paraban de salir, pero el castaño le sujeto las manos y en su mirada se notaba su preocupación pero sobre todo era cálida y reconfortante provocando que salieran más lágrimas.

El castaño le pregunto el por que de sus lágrimas y resultaba que su mejor amiga había hecho algo horrendo, ya que las redes ahora se las permiten a menores de edad algunos las usan de formas malintencionadas lo que fue en el caso de su ahijada, lo único que podía hacer era reconfortarla en un cálido abrazo.

Ya siendo las 11 de la noche, con todo listo y todos descansando decidió dirigirse a su habitación pero en la puerta encontró al azabache pareciendo que le esperaba, esto le pareció algo que haría un niño de su edad así que lo cargo y lo recostó a su lado.

Ya en la mañana fue un desastre ya que era día de clases y no se levantaban y luego quedaron atorados en el tráfico, parecía no ser un día de suerte. Ya después de haberlos llevado a la escuela el azabache y el castaño se presentaron en la empresa puntualmente para seguir su día de rutina.

Al parecer estos dos ya no carecían de confianza entre sí.

Nota del autor
Perdón por la basura que publico, yo se que no es buena.

Hasta que el último pétalo caigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora