Los domingos todo es diferente, las actividades se van ralentizando, como si no importara el mañana. Despertaba sentándome al borde de mi cama, contemplando las últimas imágenes de mis sueños; tratando de encontrar un significado lógico entre tanta confusión. Rara vez lo conseguía, pues a veces sólo eran rompecabezas, piezas sueltas que olvidaba a lo largo del día.
No podían faltar mis canciones matutinas, que al cantarlas despertaban el positivismo del nuevo día. Aunque no era un día inspirador para el trabajo; nos relajamos en divagar de un lado a otro sin descanso.
Desayuné tarde, como era fiel a mi costumbre, para después ponerme a pintar en la terraza. Olvidaba contar el tiempo, los minutos corrían libres frente a mis ojos; no tenía un motivo alguno para prestarles atención.
Tampoco tuve deseos de salir, aunque las chicas insistieron mucho en ir al centro comercial; no era mi intención caminar entre el tumulto de aquel lugar.
La soledad me reafirmaba quien era, pues con el silencio que me rodeaba, al fin podría escucharme y saber cómo me encontraba.
Aún así no pude quedarme en casa, por la tarde salí a caminar. El mundo siempre estaba en movimiento, no podía ser un ser inmóvil, perdiendo me de toda la diversión del momento.
No perdí el tiempo, así que de inmediato, observé más expresiones faciales de las personas a mis alrededores. Así conseguiría nuevo material para mis trabajos. En esa ocasión, me fue imposible ignorar a las parejas; observé sus miradas, tratando de descifrar si sus sentimientos eran genuinos, o solo estaban juntos por algún interés, o sólo por no pasar a solas los días.
A veces el temor a estar solos, no nos permite conocernos a nosotros mismos. Nos hace pensar que sentimos algo por los demás cuando no es así.
Después de unos momentos paseando, terminé sentada en una banca dibujando las expresiones de ese peculiar domingo.
Camila Calderón
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El diario de Camila
RomanceCamila era una joven estudiante de canto, que amaba la pintura; principalmente porque le encantaba observar el mundo, el cual deseaba capturarlo en sus lienzos. En su diario podemos leer su sentir de cada día, para conocer más a profundidad su coraz...