[Capitulo III]

30 5 1
                                    

Aquí vamos de nuevo, el maldito lunes tenía que llegar.

Me levanté sin ganas y la maldita alarma no paraba de sonar.

Me metí a la ducha y me bañé lo más rápido posible. Una vez cambiado y arreglado, baje a la cocina a desayunar

—Buenos días señor— me saludo Vicki

—Hola, buenos días

—Aquí está su desayuno

Se retiró de ahí y me dispuse a comer

—Huy miren que galán se ve mi hermanito— se  burló

—Calmado niño, apúrate a desayunar que se te hace tarde— asintió

—Oye idiota— lo mire —Tengo un concurso mañana en la tarde y tienen que ir los papás, pero…— se quedó callado

—Pero ¿Qué?

—Papá no está

—Puedo ir yo sí quieres

Sonrío en grande y asintió. Me llegó un mensaje de texto así que rápidamente lo abrí.

—Bueno, nos vemos al rato.— Le di un beso en la frente y salí.

Efectivamente ahí estaba el idiota esperando.

—Tardas mucho — me saludo una vez entre al auto.

—Estaba desayunando con mi hermano — respondí calmado

—Bien— se limitó a responder

Ahora que lo pienso, pude haber tomado mi auto, pero no, aquí estaba llendo con mi amigo favorito.

Llegamos al bufete y ambos entramos

—Buenos días, señor, tiene usted una cita mañana con el señor Chivaaree

Al escuchar ese apellido mi corazón latio descontroladamente y voltee a mirar rápidamente a suna.

—¿Con quién?— mi curiosidad aumento. Ojalá no sea la persona que estoy pensando, por qué entonces estaría muerto. No sé cómo reaccionaría al tenerlo cerca.

Reviso algo en unos papeles.

—Emm, Bright Chivaaree, señor— contesto, ¡Mierda!, Ento no puede estar pasando. No puedo hacerlo, ese hombre me hizo tanto daño.

Asentí y me dirigí a mi despacho.

Llame inmediatamente a khao para avisarle sobre esto, y lo tuve en mi oficina en menos de tres segundos.

—¿Puedes parar? Me estás estresando— dijo. Realmente no podía parar, no puedo estar calmado cuando mañana tendré al autor de mis pesadillas enfrente.

—no puedo khaotung, no puedo calmarme— seguía caminando de un lado a otro hasta que unas manos me tomaron de mis hombros y me hicieron frenar en seco, mire a khao

—Tienes que enfrentar la situación, han pasado años— hablo firme

—Es que no puedo— dije sin más

—Bien, entonces yo llevaré tu caso— Suena bien, pero khao tiene bastante trabajo y no quiero que cargue con lo mío.

—No no. Está bien, enfrentaré la situación— khao sonrió satisfecho

—Ese es mi chico— me abrazo fuerte —. Ven vamos por tu café.

Nos dirigimos a la cafetería por mi café y el de khaotung también.

Llegamos y él fue quien pidió los cafés y los postres.

—Y dime…¿ya hay algo entre tú y Lamai?

My Special Person || BrightWin || Libro #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora