2-¿Deberia decirle?

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En la habitación de Marinette

Marinette estaba con las manos sobre su escritorio mirando hacia su libreta que estaba en el.

Los 4 kwamis estaban alrededor de ella observando.

—¿Cual es el plan maestra?—preguntó Sass

—La verdad es muy simple, usare a Kaalki para teletransportarme a la Mansión Agreste en la noche y tomar los miraculous—explicó con simpleza

—¿Y si algo sale mal?—Fluff no quería volver a caer en manos de ese señor loco.

Marinette lo pensó un momento.

—Tal vez deba ir con Luka y darle el miraculous de la serpiente por si algo pasa—medito en un susurro pero lo suficientemente alto para que los kwamis la escucharan y afirmaran con la cabeza—Y también tengo que decirle a Adrien... Tikki, Kaalki —las pequeñas kwamis voltearon a verla—Vallan a casa de Adrien, busquen a Plagg y cuéntenle todo—ellas se miraron entre sí

—¿Estas segura de esto Marinette?—preguntó tikki

Marinette asintió.

—Yo después me encargaré de Adrien. Y...—Tikki y Kaalki iban a irse cuando las palabras de Marinette las detuvieron y se voltearon—Mucho cuidado—las kwamis asintieron y se fueron por la ventana

Suspiro.

Tikki y Kaalki iban volando hacia casa de Adrien.

—¿Crees que esto salga bien?—le pregunto Kaalki a Tikki

Tikki asintió.

—Confío en ella, se que hará lo correcto.

—Esa chica es increíble—Tikki rió y asintió

Llegaron a la mansión Agreste y entraron por la ventana de la habitación de Adrien.

Adrien dormía en su cama y aún lado estaba Plagg abrazando a su queso también dormido.

Se acercaron al pequeño kwami negro que dormía plácidamente.

—Pss Plagg

—Mmmm—se acomodó.

Lo tomaron de sus patitas y comenzaron a agitarlo.

—Ash ¡Despierta Ya!—le gritó Kaalki para luego taparse la boca.

Miraron a Adrien y el seguía dormido.

—Mmm ¿Que?—Plagg abrió los ojos.

Lo jalaron rápidamente sacándolo de la cama hasta el segundo piso de la habitación.

—Plagg necesitamos decirte algo—dijo Tikki

—¿Necesitamos?—Miro al lado de tikki donde estaba Kaalki.

Al verlo Kaalki alzó una patita y la agitó de un lado a otro saludándolo.

—¡Kaalki!—la abrazó a lo que la kwami correspondió. Se separaron—Pero ¿como?

—Por eso estamos aquí—Tikki se sumó a la conversación

Le contaron todo lo que había ocurrido aquella  tarde cuando Marinette estuvo en esa casa.

—No puedo creerlo... todo este tiempo. Si Adrien se llegase a enterar, estaría destruido.

—Si, Marinette todavía está tratando de averiguar qué hacer, pero primero quería hacerte saber lo que está pasando.

Chantajeando al Enemigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora