girl with small hands ❁ roger taylor

02; supermarket

chapter two

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—venus ¿estás bien? —preguntó el ruloso al otro lado de la habitación.

—no creo que esté de humor —dijo la castaña para luego bajar por las escaleras —mejor vamos a preparar el desayuno, ya verás que se levanta en unos minutos.

el chico suspiro pesadamente, sabía que su hermana mayor no estaba bien, la noche anterior logró oírla cuando llegó a casa, intentó hablar con ella, pero prefirió no hacerlo ya que escucho que estaba llorando, pensó que no sería el momento adecuado para charlar, así que decidió mejor averiguar por si solo al día siguiente, pero como se mostró anteriormente, ella no abrió la puerta.

—robert... no hay nada para comer —dijo carol haciendo una mueca.

—¿papá no está?

—emm no, se fue más temprano de lo normal y no creo que haya dejado dinero —la cocina quedo en completo silencio por unos segundos, pero carol volvió a hablar.

—¡¿por qué carajos no despierta?! —decidida fue directo hacia las escaleras para volver a subir e ir a despertar a venus de una vez.

—¡venus habré la maldita puerta que no hay nada para desayunar! —ella gritó para poder despertarla.

—¡oye cálmate! no sabes lo que le pa-  —repentinamente la puerta de la habitación se abrió interrumpiéndoles.

—carol, ¿cuantas veces te he dicho que cuides tu vocabulario? —la mayor habló arrastrando las palabras, pero con cierta firmeza.

la pelinegra estaba con ojos llorosos, ojeras y el cabello desordenado. los mellizos gritaron al verla con atención, si que se veía fatal.

—papá dejó dinero en la alacena, ¿qué acaso no lo recuerdan? —les mencionó tratando de abrir los ojos ya que con la luz tan repentina hacia su rostro se le dificultaba.

—ah... si eres tu, ya me había asustado —la castaña habló tratando de molestarla.

—mira como me río —le revolvió el cabello mientras esta se quejaba —dejen me arreglo primero y luego iremos a comprar lo necesario, ¿bien?

—si, te esperamos —exclamó robert con felicidad.

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los tres hermanos ya se encontraban en el supermercado, una venus arreglada y menos cansada iba detrás de los mellizos los cuales parecían niños pequeños, pero más carol, era como si tuviera ocho años aún. en cambio el más joven de los tres, robert, era el más reservado, pero aveces también carol lo hacía comportarse como ella.

—si siguen echando más basura al carrito no tendremos para la comida de la semana, chicos —siempre era casi lo mismo.

—oh vamos, solo unas paletas más, ¿si? —carol trato de convencerla pero la pelinegra solo negó repetidas veces con la cabeza.

—no, ya llevas muchos —la menor solo frunció el seño y cruzo los brazos molesta. venus solo río ante la reacción de su hermana, la mayoría del tiempo hacía berrinches por cosas así.

—tiene razón, aparte por eso luego te salen espinillas por tanto chocolate —carol volteó para mirar a robert, aún más enojada.

—¡¿espinillas?! —trato de no gritar tan fuerte —¡espinillas las que te voy a clavar! —los dos empezaron a discutir, la mayor solo rodó los ojos.