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—Recuerdo la primera vez que te vi... Ese día fue el mejor de toda mi mugrosa y patética vida jajá...

                               [...]

El cielo empezaba a teñirse de anaranjado, a lo lejos se veía un parque repleto de chicos con el uniforme de una academia cercana a ese lugar, un colegio de no mucho prestigio, pero que igual tenías que pagar una colegiatura para estar ahí. Cerca del tobogán había un grupo de chicos golpeando a otro.

— P-PAREN!! DEJENME!! — Gritaba un chico de cabellos marrones claros con los ojos cristalizados rogándoles a sus matones que parasen.

De repente uno de los chicos le pateo el estómago, un grito de dolor se escuchó en el aire y el menor empezaba a toser sangre.

— (Bueno...creo que ya es mi hora, mi vida no valió la pena de todas formas) — de repente en chico escucha algo antes de desmayarse.

— IDIOTAS!!! VAN A MATARLO!! — el sonido de un golpe retumbó en los oídos de aquel chico..

— Niña estúpida....

                              [...]

En una camilla de la enfermería un yacía joven de casi de 12 , con vendajes en su rostro, brazos, piernas y torso. Los rayos del sol iluminaban su cabello, su rostro fue golpeado al igual que su torso, aunque las heridas no eran tan mortales como el joven pensaba...

Al otro lado de la habitacion, estaba sentada en una camilla, una joven era sanada de una herida en el brazo por una señorita que es la enfermera escolar, la cual miraba de forma amenazante a la chica.

— Ying, debes dejar de meterte en peleas, eres una niña y las niñas no se meten en este tipo de cosas — exclamo la enfermera con un tono de enojó y preocupación.

— .... — La chica solo se limito a mirarla de reojo, no quería discutir con una señora mayor que ella. Mientras miraba a la ventana, en lo único en lo que pensaba era en que quería ir a casa.

— bien ya está el vendaje, puedes irte — Hablaría una vez mas la enfermera. La chica solo siguió mirando a la ventana — bien haz lo que quieras, pero cuando llegue la hora de tus clases tienes que lárgate — diria con un tono molesto.

Mientras la enfermera se dirige a su oficina, la joven ve por la ventana las hojas caerse de los árboles, admira como bailan con la brisa y luego caen al suelo suavemente, le encanta capturar esos momentos de paz en su mente y recordarlos cada vez que pueda.

Observaría reloj que está en la pared, este marcaría las 4:38, casi es hora de su siguiente clase y no quiere llegar tarde. se levantaría de la camilla, al girar su cabeza su mirada encontraría al chico que defendió observándola con leve rubor en sus mejillas y sus ojos llenos de brillo y esperanza.

— Hmmm? — Levantaría una ceja al ver al joven  observándola, se quedaría en silencio por el simple hecho de que no se le ocurrió que decir.

— Ah? — El menor la miro con confusión, luego el miro hacia abajo y vio su torso desnudo, enseguida se tapó con las sabanas el torso y la cara con vergüenza — (no...No...NO!!!, qué vergüenza!!) — pensó para sí mismo.

— Pasa algo? — Intentaría sonar fría y ruda, esa era la fachada que quería darle al chico

— Jajá no n-nada, yo solo tenía algo frio es todo... — Su nerviosismo se notaria bastante y mas con su cara roja de la vergüenza.

I Love You ‹3    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora