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Sus amigos. Tenía meses sin sonreírles genuinamente, y es que a veces pensaba que había algo malo con quienes la rodeaban, que algo les faltaba. No. Nada les faltaba. A quien le faltaba algo era a ella. A ella, le faltaba ella. Pero no lo sabía, obviamente ella no quería no estar para sí misma. Son cosas que pasan durante el transcurso de, los días de la vida. Pero se encontró. Ojalá tú te encuentres pronto, si es que estás perdido. Ella estaba tan feliz, tan cambiada, tan ella.

Y luego, por algún motivo que ya no recuerda debido a que no le prestó mucha atención se sumergió en un camino. Un camino extraño pero a la vez conocido. Fue lento al principio, pero luego las voces la aturdieron así que decidió correr hasta que se volvió a escuchar silencio, pero cuando menos lo imagino pisó un poso. Cayó por unos segundos hasta que finalmente tocó el fondo. Y volvió al lugar del que tanto trabajo le había costado salir. Pero todo era diferente, porque ya no estaba con ella aquel compañero que la había estado atormentando tanto hace un tiempo atrás, que más bien actuaba como su enemigo. Él nunca la dejó y nunca la iba a dejar a menos que ella lo hiciera primero, y eso fue lo que pasó. Ella lo dejó. Y a pesar den que estaba sola, se sentía segura y contrario a lo que pasaba con su alma las veces pasadas en las que ella estuvo ahí, esta vez se sentía tranquila. Tan tranquila. Las lágrimas comenzaron a caer por su rostro hasta que se quedó dormida. Despertó pero ya no estaba más en aquel lugar. Estaba en la paz nuevamente, rodeada de un aura nueva y con el alma limpia, sana y contenta. 

DESPUÉS DE TODA ESTA TEMPESTAD...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora