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Uno, dos, tres. Uno, dos, tres. Uno, dos, tres.

El sudor baja por su frente, por su cuello, por su espalda. La camisa ligera se siente incómoda en su cuerpo pegajoso, y los músculos que arden de dolor no son de gran ayuda tampoco.

Se puede decir que se sobreestimó un poquito al pensar que en una semana ya podría levantar dos mancuernas de 4 kilos en cada mano. Al principio de la sesión de hoy se sintió confiado, no dejaba de mirar sus brazos levemente tonificados, y en verdad era un fanfarrón tomándose fotos en el espejo del gimnasio, mismas fotos que le enviaba a Jungkook porque él era la principal motivación por la cual estaba haciendo esto.

Sí, Kim Taehyung, quien ha odiado hacer ejercicio toda su vida ahora viene al gimnasio todos los días por la tarde luego de salir del trabajo. Lo hace para impresionar a Jungkook, claro está, porque puede que se haya sentido algo aludido la última vez que se vieron y Jungkook halagó el cuerpo de un imbécil que estaba a esas horas de la tarde, un jodido sábado, con una camisa sin mangas para enseñar sus tatuajes y musculosos brazos.

"Admiro la dedicación de esas personas." dijo Jungkook finalmente despegando la mirada de aquel tipo.

Ese sábado habían decidido ir a cenar en un restaurante que Taehyung escogió cuidadosamente luego de anotar mentalmente los gustos de Jungkook, y no es como si fuera quisquilloso con la comida, pero tenía sus preferencias muy marcadas y Taehyung era un simple mortal dispuesto a cumplir sus caprichos.

"También tienes un cuerpo divino." respondió Taehyung acariciando el dorso de la mano de Jungkook por encima de la mesa, luciéndo como una genuina pareja a pesar de que aún no han llegado a esa fase.

Aquel día se marcaron 8 días desde el famoso reencuentro en la cena del trabajo de Jungkook, y desde entonces se han estado escribiendo todos los días sin falta, ya que verse en persona se les complica un poco debido al trabajo, por eso Taehyung aprecia estos pequeños momentos que tienen juntos.

"Sí, estoy en forma, pero no como él." debatió Jungkook alzando un hombro en aparente indiferencia, pero Taehyung pudo divisar una profunda admiración en sus ojos cada vez que su mirada iba a ese hombre.

Además de sentirse ligeramente celoso, Taehyung, siendo ya un adulto, decidió comenzar a ir al gimnasio para que Jungkook lo mire de la misma forma.

Algo demasiado estupido, por cierto. Pero cuando Taehyung está decidido en algo, tiene que cumplirlo.

Esa motivación se desvanece cuando suelta las mancuernas en el suelo y sus hombros parecen querer zafarse de su cuerpo como si fuera un jodido lego.

Taehyung maldice por lo bajo y se quita los audífonos, el bullicio del gimnasio golpeando sus tímpanos como una bofetada, no solo por las ruidosas máquinas que lo rodean sino por la música genérica que suena a todo volumen en las bocinas ubicadas en lo alto.

Hoy ha cumplido su meta, lo cual es bueno, ¿y hasta cuándo podrá seguir con este ritmo? No se queja del todo porque a parte de ponerse más bueno de lo que está, también vuelve resistente su cuerpo.

Con pasos pesados y cansados, se acerca a su botella de agua y la bebe como si fuera un animal sediento en medio del desierto. Se siente demasiado bien el agua en su garganta seca, incluso hasta se puede decir que es disfrutable en una situación cómo esta.

Al terminar en menos de un minuto con el contenido de la ahora vacía botella, agarra su toalla y se seca el sudor que brilla en su piel, el cabello azabache pegado a su frente. La sensación de suciedad es insoportable, así que se dirige a las duchas, ignorando la mirada de algunos sobre él, unas de antipatía, otras de curiosidad.

sexy, super, magic. · [kth;jjk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora