2. Psicópatia y Sociópatia

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Aviso: Este capítulo contiene mucha información psicológica, por si les es muy pesado, recomendaría que lo leyeran por partes.

Camille Knight

Cuando cumplí dieciséis años, mis padres no estaban en la ciudad, y Henry estaba en un internado en Suiza, así que la pase con mis amigos.

Recuerdo muy bien esa noche, no sólo por que aprendí algo importante sobre mi, sino por que fue la primera vez que tomé un cuchillo y lastimé a alguien.

La primera vez que me sentí poderosa...

Hay gente que cree que los psicópatas son creados, luego están los que creen que nacen así, sin embargo, un psicópata no nace y tampoco se hace, más bien, conlleva una mezcla de varios factores. Pues la psicopatía es multifacética, determinada por la interacción de la genética, ambiente, aprendizaje y experiencias personales.

No se sabe con claridad que es lo que sucede por su mente, que es lo que los lleva a tomar las decisiones que toman.

Uno mismo no lo comprende, esta esa necesidad de hacerle daño a la gente, la necesidad de ver sangre correr por tus manos...

Así que sí, en mi cumpleaños número dieciséis, mate a dos de mis compañeros.

¿Motivo? Ninguno...

¿Explicación? Simple...

Portland, Oregon.
Dos años atrás...

Apúrate Camille, tenemos demasiadas cosas que hacer...y tú simplemente no mueves ese bello culo — soltó Nicole, mientras golpeteaba el suelo con la punta del pie.

— Dios, sabes que si me apresuras, me tardaré más — resoplé.

Era mi cumpleaños número quince, mis padres estaban de viaje en Moscú, Henry en Suiza, y yo...en Portland, el lugar mas aburrido de la faz de la tierra.

Ahora tenía a Nicole taladrándome el oído y pidiendo que me apurara, ¿para qué? Para una fiesta...mi fiesta de hecho.

— Tengo reservada una mesa en tu restaurante favorito, pero si no te mueves, me harás perder la cordura — se quejó por quinta vez en menos de media hora.

Joder Nikky, que ya voy, solo tengo que pasar por algo a la cocina.

Suspiro pero al fin se quedó callada...nunca me había gustado celebrar mi cumpleaños sola, normalmente mis padres o Henry, estaban aquí, pero ahora decidieron marcharse y dejarme sola.

Salí de mi recamara y me dirigí a la cocina, necesitaba sacar las llaves de mi coche.

Coche que aún no tenía permitido usar, no sin un mayor de edad a mi lado.

Pero bah, ¿qué son un par de reglas rotas?

Abrí el segundo cajón, y encontré las llaves de mi BMW, un regalo adelantado de mis padres.

Antes de poder dar la vuelta, mire el portacuchillos que estaba en la encimera, teníamos cuchillos muy filosos...la curiosidad me ganó, y tome uno.

<< Tómalo, tómalo, tómalo, deberías de hacerte un corte, el dolor es necesario, vamos, es solo un pequeño corte, sangre, sangre, sangre...>>

No recuerdo muy bien lo que sucedió, pero en mi mente tengo grabado el grito aterrado de Nicole al llegar a la cocina y ver mi mano cortada.

— ¡¿Pero en qué coño estabas pensando, estás loca?! — bramó histérica.

Éramos villanos. [Próximamente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora