capítulo 4

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Jimin se quedó a beber en el pequeño bar, esperanzado de poder hacir la embriaguez, pero con la una de la mañana asomándose no lo había conseguido.

— amor?...creo que es hora de que descanses...jimin..?

— es realmente frustante sabes..?....
Yoo...ni siquiera puedo emborracharme...jeon...me llevas en tus brazos..?...

Cariñoso lo levantó, lo puso con suavidad en la cama, y sin que jimin se lo pidiera con palabras si no con la mirada y el movimiento de sus caderas, le quitó las ropas y le hizo el amor, de una forma brutal y zadica todo, por deseo de su joven y sensual esposo.

Labios inchados, cuello sin espacio libre de chupetones y marcas de asfixia, pezones sensibles y colorados por los jalones y apretones, cintura, espalda y piernas llenas de moretones por la fuerza excesiva que ejerció, nalgas marcadas por las manos toscas del señor jeon y tan rojas que parecían sangrar.

Así terminó el joven Taki Shinoda, hijo favorito del señor kenichi.
Fué penetrado, embestido, atravesado y usado, como jamás el padre de la Yakuza se lo hubiese permitido.

Cuando la luna se ocultó avergonzada por las escenas tan oscuras y sexuales que aquellas dos almas le hicieron ver, y el sol salió ignorante de lo sucedido.
El señor jeon bajo la cálida luz natural, observó el cuerpo de jimin, lo mal que lo había dejado.
No quería despertarlo, quería que reposara, que recuperará sus fuerzas.

Jimin durmió casi hasta el medio día todavía con la piel descubierta.
Cuando despertó, su amado esposo estaba sentado frente a la cama, en un sofá color negro con un periódico en las manos.

— jeon.?...¿que hora es.......

— hola mi amor.....mm...son casi las doce......

Intentó sentarse pero su cuerpo dolía.
Parecía quebrarse con cada movimiento y comenzó a reír por la condición en que lo dejó, su capricho de sentirse violado.

"Trauma", eso era lo que jimin tenía.
Por eso su descontrol, por eso sus ansias de ser siempre el disfrute de alguien.
Dar su cuerpo sin límites de confidencialidad, gimiendo en el sexo a toda discreción.

— tengo mucha hambre, cariño..le dices al chef que prepare algo para mí..?

— le diré que prepare dos porciones.....

— no has desayunado aún..?..

— te estaba esperando........

Todos los días parecían vivír de luna miel, aunque aveces un pequeño infierno iniciado por jimin, hacía que el señor jeon se alejara por algunos días.

No tardaba más de tres días, puesto que ni jimin ni el, podían estár más tiempo separados. Pelearon por milésima vez y el ex senador se refugió nuevamente en aquella casa, preguntándose si jimin no tenía intenciones de cambiar o..si solamente lo que tenían era un capricho de los dos y nada más. Extrañando el aroma y la piel del joven, regresó a su esposo para darse una oportunidad más, la oportunidad numero 150.
Cuando entró a la mansión, llevaba entre las manos un ramo de flores.
notó la incomodidad de los guardias al pasár cerca de ellos, sin duda algo había sucedido.
Caminó rumbo a las escaleras pasando al lado de la sala, y mirando hacía el bar, notó que habían en la barra dos copas con vino en el fondo.

"Que tristeza, jimin había vuelto a fallar"

No quería abrir la puerta de la habitación, así que ligeramente la empujó.
Ahí estaba él, desnudo sobre el pecho de un joven de unos veinte años.

No dijo nada. Aunque quería despedazar a ese joven.
Bajó, tomó un trago en el bar y salió de la mansión, entregándole a uno de los guardias el ramo de flores y diciéndole que se lo diera a jimin en cuanto despertara. También le dijo que le informara, que regresaría en seis días, puesto que esta vez iría fuera de la ciudad, para que jimin no lo encontrara.

Cuando regresó a la mansión el sexto día, dando casi las tres de la tarde. encontró a jimin en la cama recostado con un semblante decaído.

— al fin vienes........

— que tienes...?...estás enfermo..?...

— so~lo un poco......( le regaló una leve sonrisa y con eso, el corazón del señor jeon se alegró y la tristeza desapareció )
—jeon las flores ya se marchitaron......

Jimin las había puesto en un jarrón con agua, sobre el buró al lado de la cama.

— voy a comprarte otras.......

Se metió a la cama con jimin, y lo puso sobre su cuerpo con mucho cuidado.
Pero algo no estaba bien, la piel de jimin estaba ardiendo y temblaba.

— ya le hablaste al medico..?...
( jimin negó )
— le has dicho a los guardias..?
Al chef..?..
( jimin volvió a negar )
— está bien yo lo haré.....

El médico de jimin llegó, le controló la fiebre y le dió algunas indicaciones y medicamentos.

Estuvo bien en días pero después, volvió a enfermarse.
Nuevamente El médico lo atendió pero esa noche, jimin no pudo dormir ni dejó dormir al señor jeon, ya que se levantaba a cada rato al baño, y vomitaba además, parecía sentir mucho dolor en el abdomen que lo hacía retorcerse en la cama.
Finalmente después de algunas horas logró conseguir la calma y el dolor desapareció, consiguiendo estar aparentemente bien, pero ellos no sabían, que eso era una señal de que algo muy malo e inevitable sucedería, la consecuencia de una vida sin limites ni restricciones.

IRREVERSIBLE  ( parte 2 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora