El desierto está desolado, cómo mi corazón, mi alma rota en mil pedazos, es como andar en aquellos senderos de este condado.
Los hombres con sombrero texano me observan, pero no cómo una bella dama, sino cómo un fantasma, sorprendidos por mi andar no sé que hacer, ¿acaso estoy muerta?, iré al espejo y lo descubriré.
Ven conmigo, vamos al espejo, observa si sigues vivo, ¡VAMOS!, no seas tímido, posa frente a él. ¡ANDA!, ve a tu espejo, mírate, observa.
Camina lento hasta que estés delante del espejo, apaga la luz, no respires, ¡AGUANTA LA RESPIRACIÓN!, excelente.
¡Ya está!, cada que te mires en un espejo ahí estaré, detrás de ti, sonriéndole al espectro que vea, ahora eres tú, algún día, te llevaré conmigo a las aventuras de la cuidad Celeste la zona es perfecta para llevarnos almas en pena. Almas destruidas como la tuya. Como la mía.
No temas, la muerte sólo es, para toda la eternidad...
ESTÁS LEYENDO
La Ventana Y Otros Cuentos
HorrorUna antología que puedes leer en compañía de...un ente, ya que nunca estamos solos.