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Sasuke miraba fijamente los ojitos gris plateado del pequeño bebé delante suyo.

-No sonrías -Le advirtió -Si lo haces no podre dejarte ir, así que no sonrías.

El niño que Naruto había llamado Kawaki no pudo evitar reír, dejando sus blanquitos dientes a la vista. Sasuke bufo y dejó caer su rostro en el sofá, ya está, ese bebé lo tiene en la palma de sus chiquitas manitas.

-¿Qué haces?

Sasuke rápidamente levantó la cabeza, mirando a su hermoso esposo que sostenía una mamadera verde en su mano derecha.

-Hablo con Kawaki -Suspiró -Él ganó.

-¿Qué ganó?

-Mi corazón

Naruto negó con una hermosa sonrisa de encías, acercándose al bebé y tomándolo en brazos para darle la leche.

-¿Entonces ya podremos quedárnoslo?.

Sasuke suspiró, negando lentamente mientras tomaba un piecito del pequeño bebé entre una de sus manos.

-Cariño, no es que no quiera, pero si él tiene una familia hay que devolverlo.

El menor bufo. Ya sabía donde iba todo eso, siempre era lo mismo, Sasuke siempre le recordaba que ese bebé no era suyo y que no podía tenerlo, que tenía una familia que lo estaba buscando, pero vamos, Naruto no era tonto, él lo encontró en un basurero y duda que alguien realmente este buscando a ese hermoso niño.

-¿Y si nadie lo está buscando?

Dejando el piecito de Kawaki en paz, Sasuke miró a su esposo, sonriéndole para intentar aligerar el ambiente.

-Si nadie esta buscando a este hermoso bebé, entonces nosotros cuidaremos de él -Naruto sonrió -Pero no te ilusiones dobe, tenemos que ser realistas y saber que hay más probabilidad de que el próximo en tocar la puerta sea la madre del bebé o algún familiar, ¿sí?.

Naruto asintió y como si el mundo lo odiara, en ese momento el timbre que estaba colocado junto a la puerta de la entrada principal sonó, haciendo que el menor abrazara al bebé con más fuerza, sintiendo su corazón acelerarse ante el miedo de que las palabras de su esposo se hagan realidad.

Sasuke se puso de pie y Naruto negó frenéticamente, tomando una mano del mayor y suplicándole con la mirada de que no abriera.

-Por favor no abras, sólo ignóralo.

Sasuke suspiró, saltándose suavemente del agarre del menor.

-Naru, no hagas esto, seguramente sólo es Hinata, ella dijo que quería conocer al bebé.

Dudoso y con miedo, Naruto dejó ir a su esposo, el cuál volvió a los minutos junto a Hinata. El menor suspiró aliviado.

-Hola Naruto, sólo vengo a pasar tiempo con mi hermoso sobrino.

Naruto asintió, entregando al bebé con confianza a la mejor amiga de su esposo.

-Estaba tomando la leche, ¿puedes seguir dándole?.

Hinata asintió animada, tomando la mamadera y alimentando al pequeño.

Mientras Sasuke miraba fijamente a su esposo. Estaba preocupado, tenía miedo, sabía que sería difícil cuando Kawaki se vaya y aún no estaba listo para lidiar con eso.

Sólo deseaba que la familia del bebé venga rápido por él, porque si se quedaba por más tiempo, iba a ser aún peor cuando tengan que dejarlo ir.


¡Tenemos un bebé! [SN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora