Huir

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La casa de Hoseok irradiaba alegría y paz, ni el hecho de que fuera lunes arruinaba la buena vibra del lugar.

Con algo de pereza se levantó y preparó el desayuno para la familia Jung, todo ya estaba listo sobre la mesa para cuando la señora Jung finalmente bajó en pijamas.

---Oh, cielo no tenías que preparar el desayuno--- la mujer era bonita, maestra de colegio al igual que el señor Jung.

---No se preocupe, yo... Yo estoy acostumbrado a preparar el desayuno para todos, Min YoonGi fue bien criado--- sus mejillas estaban rosas, recibir halagos aún seguía siendo algo nuevo para él, algo a lo que nunca se acostumbraría.

---¿Pastelito de arroz, qué es eso que huele tan bien?--- el señor Jung hizo aparición envolviendo en un abrazo a su mujer.

---Yah, Yoongs es excelente cocinero, 10/10, hora de probar sus manjares--- Hoseok no esperó a nadie y se sentó en la mesa para comenzar a comer, los demás le siguieron poco después.

Su estadía en la casa Jung solo sería por un par de días más, no quería sufrir ataques de pánico por lo que practicar técnicas de meditación con Hoseok era perfecto.

Su estadía en la casa Jung solo sería por un par de días más, no quería sufrir ataques de pánico por lo que practicar técnicas de meditación con Hoseok era perfecto

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El muñeco estaba suelto por la ciudad pero no debía importarle, al estar paranoico se exponía más a una posesión. Al menos eso le había dicho Madame YoonJi.

¡Su casa estaba parcialmente protegida pero su estabilidad mental pendía de un hilo!

Sacudió su cabeza quitando los pensamientos negativos que comenzaban a azotarlo y recogiendo sus libros al fin pudo ir a su siguiente clase.

Su bubble tea fue lanzado por los aires y el contenido cayó sobre ambas personas, su camiseta estaba empapada en su totalidad pero el chico frente a él tenía mucho más en su cabello.

---¿Qué no ves por dónde vas?--- No tenía otra cosa para vestir y el tiempo para llegar a su siguiente clase se estaba esfumando.

---Lo siento, lo siento mucho, me perdí, no sé en dónde está mi salón. Yo te pagaré la lavandería, no, mejor te compro otra camiseta--- ambos se levantaron del suelo.

---Creo que hay una regla que dice que no se debe correr por los pasillos, especialmente en las intersecciones--- sacudió sus manos mojadas y melosas.

---T-tengo un hoodie extra, por favor, no quiero llegar tarde--- el chico rubio se llevó a rastras al pálido, ya en el baño ambos quitaban el té de sus pieles y prendas.

---Te lo regalo, en verdad no lo necesito--- el causante del accidente se quitó el cubre bocas.

YoonGi abrió los ojos y se quedó en shock mientras el chico frente a él le quitaba la camiseta y lo vestía con el hoddie color rosa.

---Este es mi número, juro que te compraré otra camiseta. Lo siento, en verdad lo siento--- y tal como llegó se fue inmediatamente.

YoonGi espabiló con el dulce aroma de la prenda sumada a unas cuantas cachetadas a sus mejillas y salió del baño entrando tarde a su clase.

¡No es un mochi poseído!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora