BUNEFER || MOISES Y LOS DIEZ MANDAMIENTOS

Batalla Victoria Familia

Los príncipes y el general,habían regresado victoriosos de una batalla contra los amalequitas.Todos en el palacio les habían dado la bienvenida como corresponde.

-Me tenías preocupada hijo mío-Henutmire abrazó fuertemente a Moises-

-¿Acaso no me extrañaste también?-Dijo Disebek detrás viniendo hacia ellos

-Claro que si Disebek-Le dio un beso a su esposo-

-¿Y Bunefer? -Preguntó el príncipe-

-¡Hermano!-La voz de la pequeña se escuchó
detrás de él,abrazando su torso-Que bueno que estas bien,me la pase en el templo orando a los dioses por ti y mi padre-

-Que linda que estás,hija mía-Disebek la cargo y la niña le dio un beso en la mejilla a su padre-

-Tengo al padre más valiente del mundo-Bunefer estaba muy feliz,en su inocencia solo conocía lo bueno que la vida le dio-

-Tenemos-Dijo Moises jugueteando con su hermanita-

-¿Y no hay beso para el tío?-Ramses vino y se puso a lado de su mejor amigo-Pero que grande que estas,creciste mucho mientras estabamos afuera-

-Eso es cierto,serás un bella princesa,igual que nuestra madre-Moises fue con su madre y le dio un beso en la mejilla-

-No digas eso Moises,Disebek mostrará el filo de su espada al muchacho que se atreva a cortejar a mi sobrina-Ramses dio una pequeña carcajada después de decir eso-

-Eso es cierto es mi deber proteger a mi hija,sobre todo de muchachos como tú Ramses-

Todos se rieron hasta que la puerta se abrió dejando pasar a la gran esposa real Tuya y el faraón Seti.Caminaron hasta el trono,la reina se puso de lado y el rey se sentó en su trono de oro.

Los príncipes se acercaron al trono junto al general.

-El rey tomó entre sus manos su copa de vino-Hoy debo de agradecer a los Dioses por habernos permitido que mi hijo,mi general y el hijo de mi hija hayan vencido con tal gloriosa batalla contra los amalequitas,brindemos en nombre de los dioses y de ellos ¡Salud!-

-Nos sentimos honrados al tener el agrado del Orus vivo -Ramses tomó de su copa-

-Eso cierto mi señor nos alegra saber que el rey está contento por nuestros méritos en batalla-Moises aunque sabia que no era Del agrado del rey no se mostraba intimidado-

-Como no estar contento si tengo a los mejores comandantes del mundo y además de el general Disebek-

-La seguridad del reino y de la familia real es mi único deleite su majestad-

-Me alegra tanto que nuestra familia esté reunida-La gran esposa real se acercó a su hijo y le dio un beso en la frente-

-Ciertamente su majestad nunca habíamos sido tan felices como ahora-Dijo Disebek-

-¡Brindemos!-El rey levantó su copa-Por la familia y las victorias de futuro-

Todos brindaron junto al rey.

Bunefer fue llamada por su abuelo y ella fue hacia el trono.

-¡Abuelo!- abrazó al rey-

-Mi preciosa nieta,por los dioses,serás una belleza cuando crezcas-

-Quiero ser tan bella como la gran esposa real-

Estaba claro,la princesa amaba a cada miembro de su familia,en su inocencia nadie era malo ni mala.No conocía el dolor,pero lo haría.

tiempo despues

-Asi muy bien Bunefer- Dijo Nefertari viendo como la princesa hacía los pasos de baile que le había enseñado-Lo haces muy
bien-

-Quisiera bailar tan bien como tu Nefertari-

-Que linda,pero aún eres pequeña yo se muy bien que cuando seas mayor bailarás mucho mejor que ahora-

-Me alegra mucho que tu y mi hermano se comprometieran,no solo eres hermosa,el vio un buen corazón en ti Nefertari-Dijo la niña con una sonrisa-

-Hay princesa,que bonitas palabras me dice-Nefertari sonrió-

-Los dioses nos bendicen todos los días Nefertari y me alegra que Moises sea bendecido con tu amor-la pequeña dijo amablemente pues consideraba a Nefertari como una buena chica y estaba feliz que su hermano se casara con ella-

Bunefer aunque era solo una niña sabia que era importante decir esas palabras para Nefertari pues ese día la prometida de Ramses se presentaría en la corte.No era que no fuera verdad lo que dijo si no sabía que debía hacerle sentir algo menos tensa después de todo la historia de los tres amigos era muy interesante y caótica pero todo quedó en buen término.

Se había preparado para ir al salón real,con su vestido blanco con unas telas transparentes celestes que rodeaban sus caderas y un collar de color dorado y pequeñas piedras de jade,su abuelo le había regalado una pequeña tiara dorada y se la puso.

Al llegar al salón se encontró con su madre y padre,estuvo con ellos hasta ver que todos llegasen a la presentación.

Notaba en el rostro de Ramses cierto disgusto y ansiedad,pero cuando la puerta principal se abrió y vio a la joven Maya toda bella y resplandeciente su cara cambió por completo dibujando una gran sonrisa en su rostro.

Todos quedaron impresionados con la hija del sacerdote.

Bunefer estaba contenta porque su tío Ramses ya no estaría triste por dejar ser feliz a Nefertari.Ahora el tendría su propia historia de amor.

-Ella es muy linda madre-Dijo Bunefer admirando la belleza y elegancia de Maya-

-Parece una joven muy bien educada mi hermano tiene suerte-Henutmire dijo fascinada por la chica-

-Tu eres aún más bella-Dijo su esposo susurrando a su oido-

Cuando la noche cayó solo se hablaba de maya y su belleza, Yunet estaba furiosa realmente furiosa.

-Maya es una preciosura de chica, hablamos esta tarde, sin duda Ramses será feliz con ella-Dijo Henurmire sentada en su tocador mientras que Yunet hacia su trabajo-

-Si, parece una linda chica, princesa-

Buneferestaba sentada en la cama de su madre escuchando el chisme

-Maya es tan linda como Nefertari y Neferyaria es tan bonita como tu tia Yunet-Dijo la princesa en su inocencia queriendo ser amable y dándole una flor a Yunet-

-Gracias princesa es tan linda como siempre-

-Raia, lleva a Bunefer a su habitación ya es muy tarde-

-Si majestad-la dama que atendía a Bunefer le hizo caso a su señora y se llevó a la princesa, lanoequela dio las buenas no les y se fue-

-Bunefer te estima tanto, aveces me pongo celosa-Dijo Henurmire con una sonrisa jugueteando un poco-

-Tan linda, la pequeña será una linda jovencita pronto-

-Estoy decidida a que mi hija ame mucho, que se case por amor-Dijo con tristeza-

-Pero princesa no ponga esa cara, si es por su marido...los dioses suena justos en su momento-

-Tienes razón amiga, ahora ve a dormir yo me quedaré a esperar a Disebek-

-¿Esta segura? ¿No quiere algo más?-

-No, gracias Yunet

La dama aceptó y se fue
Lamentablemente se fue a encontrarse con Disebek quien no cambió sus mañas ni por su hija ni por nadie.