Cap 5. Como te atreves.

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Hoy iniciaba un nuevo y hermoso día de escuela.
Llegué con una sonrisa de oreja a oreja en mi rostro.
Realmente NADA, podía hacer que mi día se amargara, me siento tan animada.
Misoo: ¡Kaejin!
Kaejin: Oh, hola Misoo (!)
Misoo: Valla, valla, valla, ¿Porqué esa gran sonrisa?, ¿Es por Roseanne?, ¿Qué sucedió el fin de semana? Pequeña pícara. -sonrió maliciosamente-

Como de costumbre, Misoo se percataba de mi cambio de humor y me hacía una avalancha de preguntas para saber todos los detalles.

Caeyeong: ¿Porqué más va a ser?, es obvio que es por esta tal Roseanne -dijo pesadamente y con el seño fruncido-
Misoo: ¡Ah!, vamos Yeong, no estés de celosa solo porque Kaejin ya callo en las redes de otra mujer.
Caeyeong: No me interesa, pero ¿Porqué Roseanne? Ni siquiera es tan li...
Kaejin: Perdón (?) -dije interrumpiendola, con un tono molesto al darme cuenta que quería insinuar que Roseanne no era hermosa-
Caeyeong: ¡HA! ¿Acaso la gran Kaejin, la mujeriega insaciable, se enamoró?
Misoo: Caeyeong, cállate...
-solo pude verla con ojos de desprecio, era verdad lo que decía. Antes de conocer a Roseanne...coqueteaba con muchas chicas y muchas chicas se me insinuaban a lo que yo solo les daba entrada-
Caeyeong: No me hagas reír... -susurró, se dió la vuelta y se fue a otro lugar, se veía furiosa-
Misoo: Vamos Kae, no le tomes importancia a lo que dijo Yeong. Se nota mucho que está celosa, además también le gustabas...pero al final no importa lo que fuimos en el pasado, todos tenemos el derecho a enamorarnos y tú, no eres una excepción Kae. Vamos a al aula, anda.

En ese momento solo asentí y sentí el tacto de la mano a Misoo y caminamos hacia nuestra aula.
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Al llegar al salón de clases lo primero que escuche fue que una dulce voz que grito mi nombre.
Roseanne: ¡Kae!
-Roseanne grito mi nombre mientras se avalanzaba hacía mi, recibiendome con un cálido abrazo y una sonrisa que mejoro totalmente mi día-
Roseanne: Hola Kae, que bueno que llegas. Te extrañé -susurro-
Kaejin: Hola Rosi...
Roseanne: ¿Pasa algo?
Kaejin: ¿Qué?
Roseanne: Estas algo seria, normalmente llegas gritando "¡buenos días!" Y yo digo "¡Ohaioooo!"
-lo dijo con un tono divertido, se notaba que quería animarme-
Kaejin: OH, valla es verdad, ¡Buenos días!
-solte de repente por la felicidad del momento-
Roseanne: ¡Ohaioooo! -soltamos unas cuantas carcajadas que resonaron en el lugar por un momento-
Kaejin: A todo esto, ¿Qué es eso de "ohaio"?
Roseanne: Ah, ¿No sabes? Es "buenos días" en japonés por supuesto -dijo un tanto orgullosa de su habilidad bilingüe-
Kaejin: JAJAJA, está bien...
AH, genial (!)
Roseanne: ¿Qué pasa?
Kaejin: Tenemos tres horas seguidas de matemáticas -me emocioné al leer el horario de hoy- al parecer faltará la profesora de salud y a cambio nos darán una hora más de matemáticas.
Roseanne: Solo tú te emocionas por tres horas de matemáticas, tú eres buena en eso, ¡Yo no!
-Me sentí un poco indignada porque había pasado al menos dos horas explicandole el tema de día de hoy, al parecer no dió frutos mi esfuerzo-
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Ya casi terminaba la semana y era Viernes, el mejor día de todos. Ese día teniamos la clase de gimnasia pero la remplazaron por actividades deportivas, nos dejan practicar cualquier actividad física y a mi me encanta jugar basquetbol en equipos aleatorios, me sirve como entrenamiento para mis próximos partidos, ya que participo en el equipo representante de la escuela que participan a nivel nacional, es muy importante que esté en forma.

Roseanne: Kae, ¿Jugaras en nuestro equipo verdad?
Kaejin: Por supuesto, eres la mejor tiradora de aquí, no me lo perderé.
Roseanne: Más te vale ruin
-sentí un escalofrío cuando escuché que me llamo como antiguamente me decían, sonaba algo seria y solo salió de mis labios una risa nerviosa-

Durante el juego Roseanne estaba jugando diferente, siempre habíamos sido el súper duo, yo me encargaba de que la pelota estuviera serca del aro, ella tiraba y yo la cubría, hacíamos el mejor trabajo juntas. Sin en cambio ella no me pasaba el balón y me dió a entender que no buscaba que le ayudara a pasar a los rivales y eso me dolió.
Hubo un momento en el que nos ganaron el balón y nos llevaban ventaja, eran 10 puntos de diferencia para la segunda mitad del partido y me molestó, odio perder. Roseanne me ignoraba en las indicaciones que le daba. Me acerque a ella con la mejor cara que me salió en ese momento.
Kaejin: ¿Qué pasa Roseanne?, ¿Porqué me ignoras y evades de esa manera?
Roseanne: ¿Porqué tantas chicas me reclaman?
Kaejin: ¿Qué?
-no podía entender lo que preguntaba asi que solo se generó un enorme signo de interrogación sobre mi rostro-
Roseanne:¿Porqué tenías que ser así antes de conocernos?...yo estaba dispuesta y creí que podría lidiar con todo esto pero...
-susurro con un tono melancólico, pude entender una parte, pero no sabía a qué se refería-
Kaejin: Porfavor Rosi -deje de correr para acercarme y acariciar su mejilla tiernamente- dime qué pasa...no puedo saber que es lo que sucede si no me lo dices. Dímelo y juntas podremos poner una solución -tome sus manos apretándolas ligeramente-
Porfavor...
Misoo: ¡Kae! -de pronto, escuche como Misoo me grito desde las gradas lo que hizo que me pusiera alerta, logré voltear y me percate que estaban haciéndome un pase. Tuve que actuar rápido tomar el balón y correr con el. Me sentí impotente e idiota por dejar así la conversación con Roseanne, pero continuaría con ella cuando ganará este partido.

El sudor frío empezó a correr por mi rostro, podía darme cuenta que estaba agitada mi respiración me pesaba, sentía un leve hormigueo en las plantas de los pies, estaba más que lista, eso era seguro. Trono la muñeca de mi mano derecha y entonces dejé de correr al estar a mitad de la cancha, paré, tome aire y solo pude ver las indicaciones de señas que se daban, era como: "no llegará, ve a la canastilla", sonreí de la gula, me encantaba está sensación, me cansaba a propósito por la adrenalina que produce mi cuerpo, era como una droga. Entonces tiré. Todo se volvió lento y solo observé las caras de sorpresa del equipo contrario al ver que anoté, ganando puntos por la distancia.
Si mi equipo no podía yo ganaría por ellos, después de todo por algo soy capitana del equipo de la escuela. Tome aire y empecé a jugar de verdad.

(...)

Termino el partido, el marcador quedó 57 a 94, quedando a nuestro favor.
Todos tenían cara de sorprendidos, había sido una derrota aplastante.
Estaba en alguna parte de la cancha y mi vista se comenzó a nublar por el extremo cansancio y desgaste que tenía mi cuerpo, solo pude sentir el suelo frío tocandome de pies a cabeza; estaba extasiada todo el cansancio y la adrenalina de haber ganado casi yo sola me llenaban esos huecos vacíos de mi existencia; solo podía oír mis respiraciones entrecortadas y mi corazón latir al mil.
Cuando controle mi respiración y me recuperé me levanté y ahí estaba, Roseanne, tenía una cara preocupada y cuando se percató de que me había levantado camino hacia mí, sentí una de mis mejillas arder, lleve una de mis manos hacía ella y ví la cara de enojo y tristeza de Roseanne, nunca me había bofetado.
Roseanne: ¡¿Qué es lo que te sucede Kaejin?!
¡¿Porqué llevar tu cuerpo hasta ese punto?!
Carajo, realmente estás...
No termino, la rodeé con mis brazos dejandola encerrada en mi cuerpo, atrapando el balón que se dirigía con mucha fuerza y a una gran velocidad directamente a la cabeza de Roseanne.
Kaejin: ¡¿Qué carajos intentas Jay?!
Jay: ¡AH!, lo siento se me resbaló.
Kaejin: Idiota, como te atreves...

𝘓𝘢 𝘥𝘶𝘭𝘤𝘦 𝘮𝘢𝘭𝘥𝘪𝘤𝘪ó𝘯 𝘥𝘦𝘭 𝘥í𝘰𝘴 𝘪𝘯𝘮𝘰𝘳𝘵𝘢𝘭. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora