01

164 16 2
                                    

Luz recuerda el día en el que contesto esa llamada que cambió su vida para siempre.

Recuerda como corrió cincuenta cuadras hasta estar en el hospital en el que se encontraba el amor de su vida, subió los ocho pisos y abrazó a la mamá de Amity cuando llegó.

Recuerda que preguntó si podía verla, pero su mamá y las enfermeras de turno se negaron.

Luz de todos modos se metió dentro de esa sala de operaciones justo en ese instante en el que el pitido que anunciaba el fin de la vida de Amity sonaba.

Luz no pudo despedirse.

Después de eso no recuerda nada más, los primeros dos meses pasaron tormentosamente lentos, Luz lloraba todos los días, y no quería salir de su casa.

Jamás se había sentido tan mal en su corta vida, y lo que más le costaba era despertar y saber que no vera a su Amity al día siguiente.

Llegó año nuevo y poco a poco, Willow y Gus comenzaron a sacarla a la calle, y aunque al principio Luz se negaba, con el tiempo lo hizo.

Y a pesar de aún tener en su corazón a su Amity, intentó pasar la pagina inútilmente, después de casi un año.

Cada vez que Luz besaba a alguien, veía a Amity, cada vez que abrazaba a alguien pensaba que era su Amity.

Luz llegó a preocuparse, a pensar que estaba loca, lo habló con sus amigos y le dijeron que debía tomarlo lento, ya que aún no había sanado esa herida por cumpleto.

Pasaron dos años, Luz obtuvo un empleo, comenzó a hacer ejercicio todos los días, y en las noches cantaba todas las canciones que le hacían feliz, pero siempre ignoraba una.

Luz sabía que si escuchaba esa canción iba a derrumbarse y juró no volver a escucharla.

dancing with your ghost | lumity au ¡! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora