Borrador 2
Escrito por: Bryan
Editado por: Rita
-Capítulo 1 -Han pasado 4.018 días 10 horas, 13 minutos y 42 segundos desde ese día, 23 de abril del 2011, tenía 7 años. 6:00 am, comenzando mi primer día de educación primaria en una nueva escuela, si, esa etapa en la que se supone nos enseña a leer, escribir y pues, llenar pequeños dibujos con bolitas de papel de china arrugado. Muy seguro de mí mismo me dirijo hacia la entrada principal y me pierdo en cuestión de segundos, no había muchos niños así que decido acercarme a una profesora, esperaba que no fuera una madre de otro niño.
- ¿Dónde van los niños de primer año?
pregunté algo nervioso, ella con una sonrisa alza su mano derecha indicándome a donde dirigirme.
- Gracias, pronuncié emocionado.
Tomo mis cosas y comienzo a caminar hacia donde me indicó. Ya cerca me percaté de que el suelo está marcado con puntos de colores, así que me siento en un circulo amarillo. Dejo mis cosas en el suelo, admirando lo grande que es el lugar.
Mi pequeño sueño despierto se detuvo cuando alcé la mirada, allí estaban, cuatro niñas hablando y jugando, una de ellas se adueñó de mi mirada y no podía dejar de admirar la manera en que el sol se reflejaba en uno de los círculos del suelo y alumbraba su piel de una manera sublime, haciéndola lucir mil veces más hermosa.
Por unos segundos el mundo se detuvo. Ellas se acercaron hacía mí, se presentaron, sabían que era nuevo, sentía que el corazón se me salía del pecho y mis mejillas se ponían rojas, dejaron salir sus nombres con sus dulces voces y yo tomé sus manos dándoles un beso, saludándolas como las princesas que eran, una manera muy caballerosa de introducirme a ellas pensé.
Sin quitar mi mirada de aquella pequeña que se había adueñado de toda mi atención comencé a poner atención a cada detalle de su rostro; Un pelo liso castaño claro, su piel como porcelana, pálida, adornada con mejillas rosadas y labios color carmesí, por último, unos ojos color café o miel pero muy hermosos que no paraban de brillar. Su voz era tan dulce como imponente, sentía que cualquier cosa que me pidiera la haría en cuestión de segundos. Sonrientes y nerviosas me piden que camine con ellas hacia el patio, parecía ser que el primer día de clases era como un recreo que duraba todo el día.
Al parecer para unos niños, una pequeña charla se consideraba como el inicio de una amistad. Muy contento caminé junto a ellas hasta llegar a aquel lugar, nunca había visto un patio tan grande, había muchísimos niños, esto explicaba porque cuando entré no vi a nadie, todos estaban disfrutando de los juegos.
Sentí un pequeño golpe en mi pierna, era una pelota de futbol, volví mi mirada y había 2 niños que parecían hermanos.- Ya regreso, exclamé alejándome de mi grupo de nuevas amigas, con la intención de regresar el balón, en la misión de poder hacer unos nuevos amigos.
El futbol me encanta, miraba cada partido en casa, me aprendía cada nuevo truco que veía, no me salían igual, pero era algo que disfrutaba, a mi corta edad solo pensaba que quería ser futbolista.
- Iremos contigo, pronunció una de ellas.- Sí, queremos verte jugar, dijo aquella niña que me robó el corazón.
- Está bien, contesté nervioso.
Caminando hacía el grupo de niños me daba cuenta de que apenas estaba empezando mi día y ya me estaba divirtiendo y no digamos, mi nuevo amor platónico. Iba a ser un buen primer año.
- ¿Puedo jugar con ustedes? Pregunté tomando el balón con mis dos manos.
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Estas en mi cabeza
RomanceEn esta historia podrás darte cuenta de cómo un niño que con el paso de los años llega hasta la adolescencia y aún sigue enamorado de una chica pero nunca se atrevió a inventarla a salir hasta que el destino le hizo el favor de darle una oportunidad.