ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴜɴᴏ

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𝑺𝑬𝑿 𝑹𝑼𝑳𝑬𝑺

-Sal de encima, Timothée -le grité. Se lanzó sobre mí cuando no le presté atención. Ya no podía seguir viendo televisión tranquila-. ¡Que salgas!

No me dijo nada, y tampoco se levantó.

Me estaba aplastando el muy idiota y no hacía nada más que mirarme con calma. Al final le di con mi rodilla en la entrepierna y ahí si que me dejó en paz.

Cayó al suelo con un golpe seco, se puso a gritarme mil incoherencias, que era una desgraciada y la peor amiga del mundo, todo eso cubriendo a su "Amigo Timothée" con las manos.

-Eso te pasa por no dejarme ver televisión, si querías sentarte, había mucho espacio en el sofá.

-¿Era necesario golpear mi orgullo? -me preguntó en un hilo de voz. Comencé a reír desenfrenadamente, cada vez que Timothée ponía esa voz era inevitable no aguantar la risa, y eso se daba sólo en dos ocasiones, cuando lo golpeaba en la entrepierna y cuando se acostaba con una chica y se ponía a gritar como si la vida le fuera en ello.

-¿Era necesario que te sentarás sobre mí? -me fulminó con la mirada desde el suelo y bufó, volví a reírme en su cara, tenía las mejillas sonrojadas por el dolor. No me reprimí al golpearle, le di con todo.

-Tráeme hielo -me ordenó. Puse mi pie sobre su cabeza y lo moví de un lado a otro, negando con éste.

-Con ese tono no te traigo nada.

-¡Tráeme hielo! -gritó, pero le dediqué una mirada que decía que con ese humor no conseguiría nada-.por favor -farfulló finalmente.

-Ves, un poco de amabilidad no te matará.

-Lo que sí me matará es el dolor si no te apuras -seguí riendo hasta que llegué a la cocina. De allí saque una bolsa de hielo del refrigerador y le grité a Timothée:

Asentí y volví a fijar mi mirada en el televisor, puse una película de acción, no recordaba bien el nombre, pero había muchas explosiones y autos chocando, sin mencionar la sangre y las armas.

-Eres una mentirosa -murmuró tan bajo que casi no lo oí. Pero lo hice, y eso me molestó.

A pesar de estar mintiendo en cierta forma, no podía saber si en realidad era bueno o malo en la cama, nunca me había acostado con él odiaba que me dijeran mentirosa en la cara.

En serio lo odiaba.

-¿Y cómo sabes que miento? -me atreví a encararle.

-¿Y cómo sabes que soy malo? -estaba enojado, se le notaba. Tenía la mandíbula tensa y su mirada era amenazadora.

-Estoy bromeando, Tim, sabes que me gusta tomarte el pelo -le dije al final, cuando me aburrí del juego. Traté de ver televisión por tercera vez, pero Timothée me quitó el control remoto y lo apagó.

-¡Timothée!

-No puedes bromear así y luego seguir como si nada hubiese pasado.

-Oh vamos, no te comportes como un chico de 15 años, Armie te dice lo mismo y con el no te enfadas.

-Pero es distinto.

𝑺𝒆𝒙 𝑹𝒖𝒍𝒆𝒔- ᴛɪᴍᴏᴛʜᴇ̇ᴇ ᴄʜᴀʟᴀᴍᴇᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora