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"Asi como hay dos lados de la historia, hay dos lados en cada persona. Uno que revelamos al mundo, y otro que lo guardamos en nuestro ser"

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Lee Minho se sentó en uno de los asientos de cuero negro mate, miro a la persona frente a él con una mirada tan fría que logro hacer temblar a más de uno de los que se encontraban presentes en tal habitación.

-¿Viniste de parte de BlackJack? –comenzó diciendo el hombre mayor frente al castaño de cabellos bien peinados sentado contrario a el- si es así...malgastaste tu tiempo principiante –el hombre se acomodó en su asiento mientras los demás soltaban pequeñas risas al escuchar tales palabras.

Los labios de Minho se curvearon lentamente, dando por finalizada una sonrisa de dientes blancos y rectos. Para algunos la sonrisa no significaría nada más que solo una muestra de diversión, pero para el pelinegro...era todo lo contrario, y estas personas estarían a punto de presenciarlo.

Él se levantó de su asiento lentamente, ante la mirada de todos. Camino a pasos lentos mientras rodeaba la mesa circular en donde estaban todos los jefes del Clan Gyeongju- Saben...tirar del gatillo fue lo más fácil para ustedes –hablo por primera vez desde que ingreso al lugar- pero lo que ustedes no saben, es que la moneda siempre es la que inclina la balanza. No cuestionen de qué lado cae...o ganas o pierdes, o vives o mueres, o...-se quedó en silencio cuando llego al lado del hombre mayor que tenía más poder en la sala-...o haces trampa.

Los presentes que se encontraban en el lugar se levantaron con terror, otros dieron a conocer que tan altas sus cuerdas vocales podrían llegar al gritar, y otros solo se quedaban en estado de shock al ver como la cabeza del jefe caía tan lentamente de su cuerpo al haber sido degollado por puñaladas frente a todos por el castaño.

Tal pedazo de carne con un cerebro y huesos que era sostenido por los músculos y la espina dorsal, aterrizo en la mesa con un sonido seco. La sangre comenzó a derramar en todos los papeles con contratos de mala procedencia.

La sala quedo en completo silencio, no sabían que hacer. Una risa descontrolada calló tal suceso e hizo que todas esas personas soltaran un jadeo de sorpresa. Minho guardo el cuchillo lleno de sangre en su saco con tranquilidad, toda la situación le parecía emocionante.

Soltó un suspiro de alivio, se sentía bien después de quitar a alguien más del camino. Y más, si esa persona hacia sufrir a los inocentes. Aparto la silla de ruedas donde estaba aún el cuerpo del hombre degollado para que él pueda arrimarse en la mesa y mirar a todos los presentes, uno por uno.

Las puertas estaban cerradas, no podían salir. Los presentes no sabían que ocurriría después, mientras que el chico que estaba viéndolos a todos con una sonrisa...se la iba a pasar de maravilla.

-Bienvenidos a BlackJack –dijo agarrando la cabeza del hombre y alzándolo de la mesa- un lugar donde solo sales... –como pelota de fútbol americano la lanzo hacia la pared, haciendo que explotara y dejara a la vista el cerebro color carmesí lleno de sangre coagulada-...si estás muerto.

Nadie salió de ese lugar, porque la moneda...nunca cayo, nunca toco suelo, nunca apareció. Pero si existió, y el pecado más grande...fueron solo las mentiras.



Two Sides Face | ᴴʸᵁᴺᴴᴼDonde viven las historias. Descúbrelo ahora