✖️Chāøtîc hęrd✖️

Prologo ♥️

El cielo rugía estruendosamente y el diluvio no parecía tener intenciones de detenerse.

Dos chicas corrían bajo la lluvia buscando llegar a su hogar para protegerse del aguacero que las había agarrado justo en su camino de regreso.

Cargaban consigo un par de bolsas, mientras que la más baja de ellas empezó a quedarse atrás.

_Oye Nadine! Más despacio! Me dejas atrás y hay mucho barro, podemos resbalarnos!_ le chilló, en un bufido demandante mientras cubría su cabeza con la bolsa de tela, sintiendo como el agua se deslizaba por su cuero cabelludo y mechones de cabello castaños con un escalofrío.

Hacia mucho frío. Demasiado.

La imponente alfa volteó, chasqueando la lengua ante el regunfuño de su amiga beta, aunque ya estaba más que acostumbrada a esos pequeños berrinches.

_Apurate Nella, no quiero dejar mucho tiempo a Tom solo en la casa y herido, sabes que ese idiota es más inquieto que un gusano_ gruñó, retomando su paso rápido e ignorando las insistentes protestas de su bajita amiga beta.

Finalmente llegaron a la casa, escurriendose el agua del cabello y zapatos en la entrada.

Allí lo vieron, y a ambas casi les dan un infarto.

El joven delta yacía en el suelo completamente inmóvil.

La beta corrió hacía el, dejando las bolsas en el suelo mientras intentaba levantarlo para asistirlo.

Mientras que la alfa se acercó calmadamente a ver... QUE MIERDA LE PASÓ A ESTE PENDEJO AHORA?!

_Hey idiota ¿Que rayos haces en el suelo?_ espetó con una risa socarrona mientras lo levantaba del suelo como si no pesara nada.

El Delta abrió sus ojos lentamente, mientras sus pupilas se contraían cual agujas de alfiler ante la luz, resaltando el azul cielo de sus ojos.

_S..si, creo.._ masculló, en un intento de reincorporarse.

_¿Y que diablos intentabas hacer?_ le cuestionó la Alfa de ojos morados.

_Queria mirar la lluvia, pero otra vez esa mugre gotera me hizo resbalar y no pude levantarme por mí tobillo_ explicó, señalando el charco de agua en el suelo, luego a la muleta que no pudo alcanzar.

_ok, hay que arreglar esa cosa pero mientras tanto.._la beta empujó con el pie una cubeta de agua para que capturara las gotas de agua hasta que dejara de llover.

_Supongo que mañana no podré ir si estoy así...... ¿Y que trajeron?_ ladeó la cabeza, asomando su cabeza por los costados de la alfa para mirar las bolsas que yacían en la entrada.

_Oh! Compramos jugo, carne, frutas, verduras..... Y Nad trajo un ratón_ mencionó lo último torciendo su cara en una mueca de asco.

_¿Un ratón?_ le cuestionó el Delta ojiazul, mientras se sentaba en el sillón y arqueaba una ceja de manera interrogante.

_oh, eso.... Quiero ver cómo sabe cocinado_ confesó con pena, rascando su nuca de manera penosa.

_oh... Asco, y perdón por no poder acompañarlas mañana_ suspiro con desánimo.

_No te preocupes Tomatito, estaremos bien_ Afirmó la beta, colocando sus manos en su cintura y parándose erguida con seguridad.

_su entusiasmo va a meternos en lios_ declaró la Alfa con un suspiro pesado.

_¡Hey! ¡Hay que ser optimistas, es el primer día de clases !_

El Delta se ríe de ambas antes de dejarse caer al sillón, estirándose y suspirando con comodidad. La beta solo se acurrucó a su lado y ambos de quedaron dormidos, mientras la Alfa los veía con una sonrisita, antes de cubrirlos con una manta e irse a dormir ella también..

A la mañana siguiente ambas chicas beta y alfa se levantaron temprano para ir a la escuela, mientras el delta se quedaba haciendo reposo en casa.

Mientras que la Alfa le apartaba el sitio a su amigo Delta, la Beta estaba sentada sola tranquilamente mientras leía como casi siempre lo hacía.

Hasta que oyó el sonido de la profesora callando a todo el salón.

_Como es el primer día, démosle la bienvenida a su nueva compañera_

Una leve esencia dulce se abrió paso por el salón, alertando a los alfas de la clase.

Evidentemente era un Omega.

Desde las puertas del salón apareció una chica de largo cabello castaño y ojos miel, que miraba al salón con una sonrisita emocionada.

El pequeño coro de murmullos no se hizo esperar.

_Hola, mí nombre es Pilar_ se presentó con un tono entusiasta.

La beta miraba confusa a aquella chica ¿Porque todos los alfas se veían tan alterados?

Se incó en sus codos inclinándose hacia su amiga alfa y le preguntó.

_hey Nads ¿Porque estás tan rara? ¿Es por esa chica?_ preguntó.

_huele a Omega_ fue lo único que salió de su boca, antes de seguir mirando fijamente a aquella chica.

An solo pensó "que bueno que no está Tom aquí, este olor podría ponerlo violento".

Un toque en su hombro reventó su burbuja de pensamiento, solo para voltear y ver a la nueva sosteniendo su mochila y esperando.

_oye ¿Puedo sentarme aquí?_ preguntó, aún sin dejar esa sonrisa animada.

_seguro, siéntate_ respondió, moviendo su mochila de lugar.

La Omega miro a la alfa sentada frente a ella, y le dedicó una sonrisita amigable la cual la alfa a duras penas pudo imitar, mientras que por debajo del escritorio estaba prácticamente clavando sus uñas en sus piernas, en un intento de controlarse.

Al finalizar la clase ambas chicas corrieron a casa a ver cómo seguía su amigo Delta. Solo para verlo preparando el almuerzo aferrándose a la mesada para no tambalearse.

El Delta volteó y su nariz se arrugó.

_uagh, Nadine apestas a Omega_ espetó con gran asco.

Pero luego vio el pequeño desorden en el que se había convertido su amiga. Pelo crispado, ojos contraídos como cabezas de alfiler, respiración agitada y nerviosa, y un leve rubor que tan rara vez había visto en esa cara de póker que tenía su amiga de la infancia.

Suspiró.

_asi que.... Quien es ese Omega?_ cuestionó, luego de escuchar cómo les había ido en el día a sus dos amigas.

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Lo aclaro en la descripción y lo vuelvo a aclarar acá, está es una historia con personajes propios, y es una historia que estoy haciendo con unas amigas mías.

Ya se que no es el tipo de historia que esperan leer en mí cuenta, pero quería subir algo nuevo ^^

Supongo que eso es todo, nos leemos pronto mí querido ejército.

FBI-kun fuera