Roots

383 15 23
                                    

No podía creerlo. Había caído al igual que los demás. Era una mentira,no podía haber contraído aquella maldición. Pero no podía negarlo más,las raíces estaban empezando a consumir su carne,y no le quedaba de otra. Suicidarse no era una opción,no podía dejar que esas cosas lo controlarán e infectaran a alguien más.

—"Calma,Dean. Ya perdiste a tu esposa y a tus amigos,¿Que más podría pasar?"

Murmuró,pasando una mano por su cabello castaño rojizo. Miró su brazo,por ahora sus dedos tenían un tono rojizo,varias raíces iban a formarse con el tiempo.  Tenía que aclarar su mente,era una completa bruma,bueno,soñar no era una opción tampoco. Como de costumbre,los gritos allá afuera comenzarían.

—"Alucinaciones,típico de la tarde."

Dijo el hombre,como si alguien fuera a escucharlo. Normalmente Mary le respondería algo,pero ella no estaba aquí. Ella estaba ahí afuera. Ella estaba ahí afuera.

Jack salió de la abandonada cabaña,la nieve del aparentemente eterno invierno del lugar enseguida enfrió su piel. Tomo el hacha que siempre descansaba fuera de la casa,debía defenderse de cualquier cosa que estuviera ahí afuera.

El bosque tranquilizaba al hombre,la nieve que caía se acumuló en su cabello,causando que se viera blanquecino. El cielo estaba nublado,pero se sentía que el sol estaba en alguna parte.

En antaño ese lugar era fuente de risas y diversión,donde conoció a su amada cuando niño,donde trabajo bastante tiempo. Pero.. todo eso estaba en el pasado,nunca volvería a experimentar todo eso. Ella se fue,el campamento estaba abandonado,y él.. se aisló.

—"Oh Mary.. si supieras cuánto me arrepiento de haberte sacado aquella noche."

Dijo a la nada,como si aquella dama fuera a escucharlo.  La soledad comenzaba a afectarlo,en el pasado era alguien jovial,amoroso y amigable. Eso decía su familia por lo menos.  Pero ahora era un hombre solitario,callado, que prefería estar en las sombras.  Su familia lo creía muerto,y honestamente,no le molestaba.
Estar lejos de los demás era por la seguridad del condado,no podía dejar que los demás se infectaran de esa maldita enfermedad.

Jack tarareaba alguna canción que en el pasado amó,mientras que en recorría aquel río congelado. Aquel río donde se confesó a la mujer que fue su amada esposa.

Los gritos no paraban,el castaño intento ignorar todo eso,se hacía molesto,sus oídos estaba comenzando a doler. Solo esperaría a que esa cosa se rindiera en intentar atraparlo,ya no era tan tonto como antes,años habían pasado,y la gente ya se había olvidado de esas cosas.

—"Ok,burla de la naturaleza. Ya me tienes,solo mátame."

Suspiro pesadamente,viendo con asco a aquella cosa que parecía ser una raíz. Miró su brazo,por ahora estaba todo bien,pero seguramente mañana estaría agonizando.

Ir al hospital no era una opción,no solo estaba muerto para todos,pero también no había tratamiento,y estaría arriesgándose acercándose a la gente. El castaño pensó haber escuchado algo que no eran los típicos gritos de ayuda que aquellas malditas copias de personas usaban para llamarlo. Era.. como si alguien estuviera golpeando varios huesos.

—"¿Que mierda? Espero que no sea algún bromista que quiera molestar."

Tomó el hacha entre sus manos,y decidió seguir aquel ruido. La nieve se hacía más pesada,y la noche se acercaba. Si había algo que él conocía de ese maldito bosque,además de que ella estaba ahí,era que la noche era sumamente riesgosa,esa cosa buscaría cualquier cosa para encontrarlo.

Seguir el ruido sería algo nuevo,algo para salir de aquella aburrida rutina de caminar por el bosque,y deshacerse de cualquier cosa extraña que estuviera por ahí.

—"Romper la rutina..."

Murmuró,quería volver a tomar riesgos. Quería volver a intentar a ser aquel joven arriesgado que era adorado por los campistas,no lo llamaban Jack "Wylder" por nada.

Por un segundo sonrió,iba a ver qué demonios producía aquel ruido,pero algo lo detuvo. Ese algo era.. ella.

"Mary" estaba cerca,podía oírla,ella estaba caminando cerca suyo.

El pecoso poco a poco estaba perdiendo la calma,no podía ser acorralado por esa cosa de nuevo,no iba a lograr salvarse. Ahí tenía una razón para seguir adelante hasta que las raíces ganarán la batalla, sobrevivir.

—"Maldita sea... ¡Vete,vete,vete!"

Ya era de noche,había perdido la noción del tiempo,esa cosa iba a seguirlo a casa otra vez. Por suerte la nieve amortiguaba sus pasos,y esa cosa no iba a escucharlos

Jack agarró el hacha con fuerza,iría a ver qué era ese ruido en la mañana,quizá era alguien intentando pedir ayuda. Lentamente comenzó a volver en sus pasos,intentando no ser notado por la criatura.  Los aullidos de "Mary" lastimaban sus oídos,la voz distorsionada de aquel monstruo llamando su nombre lo hartaba,necesitaba esconderse de nuevo,debía volver a la cabaña.

—"Bien,no me notó."

Hablo demasiado pronto,ya que apenas piso otra vez,sintió la respiración de "Mary" en su cuello,se volteó lentamente,viendo a esa horrible cosa,la criatura soltó un alarido que lo dejo sordo,tuvo que sujetarse de un árbol para no tirarse al suelo,sostuvo el hacha,y atacó a aquel monstruo.

Eso logro inmovilizarla por un rato,y decidió correr,la nieve en su cabello se caía con cada paso que daba. Maldecía mientras corría, lentamente los alaridos de dolor de esa cosa se hacían más bajos.

Con todo el esfuerzo posible,intento guiarse por el bosque en la oscuridad,con suerte podía ver a apenas un metro suyo

—"Bien,creo que la perdi- ¡Ack!*

Por mirar hacia atrás,se golpeó con un árbol,su visión de hizo borrosa por unos segundos,ni siquiera notó que su nariz comenzó a sangrar.

Los gritos de esa cosa se hacían las cercanos, rápidamente se levantó,y a pesar de estar parcialmente ciego,logro correr hacia a la cabaña,cuando vio las luces de la casa,se rió,podría salvarse de esa cosa.

Cerró la puerta rápidamente detrás de él, cayendo al suelo cansado,por fin noto que su mano estaba manchada con su propia sangre,limpiaria eso apenas pudiera recuperar su aliento.

"Mary" no lo siguió por suerte,el hombre de cabello castaño rojizo se dirigió a la cocina,limpiaría sus manos e intentaría detener el sangrado.

—"Maldita sea Dean. Calmate,te libraste de esa cosa,todo está bien."

Se iría a dormir,no podía quedarse parado haciendo nada,en la madrugada iría a ver que causaba ese ruido, seguramente era algún adolescente estúpido que quería molestarlo y llamar la atención.

Cerró las cortinas,mirando por la ventana una última vez,jurando que vio el rostro de su amada allá afuera. Suspiro con tristeza,ella no volvería nunca.

Apagó las luces,y subió a una de las múltiples habitaciones que tenía la cabaña,se quitó su camisa a cuadros roja,y simplemente durmió con la misma ropa que estaba utilizando,por lo menos no tendría pesadillas,lo bueno de tener esa maldita enfermedad era que no soñaría hasta su inevitable muerte.

Analogue Donde viven las historias. Descúbrelo ahora