Especial 2: Luna de Miel en Pangdaan

717 86 7
                                    

Luego de la renovación de votos, Ohm decidió que era hora de recuperar todos los años separados de su esposo. Iba a disfrutarlo lo más posible.

Liz, por favor, que no nos molesten estos días, necesito que sean solo nuestros, solo nosotros ¿Puedes hacerlo?— Ohm cuestionó a la chica

lo tomaré en cuenta, diviértanse mucho— expresó.
Y así consiguió una semana para ellos dos.

Fluke no cabía de la felicidad. Sus sueños y todo lo que había soñado cuando era un simple estudiante de universidad se estaban haciendo realidad después de tanto  dolor.

Ohm abrazó por la espalda a su esposo. Ahora sí podía llamarlo suyo y nadie los iba a separar.

Lo abrazó y este aferró sus piernas a la cintura de su esposo. Se fundieron en un beso desesperado.

me obligaste a tomar baños fríos por el tiempo que llevo en tu hotel, ahora debes pagar las consecuencias—

Las palabras de Ohm retumbaron en el corazón de Fluke ya que este no dejaban de latir.

Fluke tomo los dos miembros duros y comenzó a frotarlos, sus respiraciones se volvían más pesadas y sus cuerpos necesitaban más.

La cama de la habitación fue destendida con prisas. Los dos chicos desnudos se hundieron uno en el otro sin dejar de acariciarse.

Ohm entonces buscó en sus maletas el lubricante y unos condones. Fluke lo notó. Sus nervios palpitaban recordando la noche antes de venir a Tailandia, cosa que lo encendió aún más.

El presidente de Automotriz Sipon estaba colocándose en la entrada de su esposo. Colocó lubricante en sus dedos y comenzó a bombear en la entrada del hombre que solo atinaba a frotarse la piel, al tocar esa zona sensible Fluke no pudo evitar correrse

debes estar desesperado por esto— Ohm se burló y Fluke solo suspiró

por favor, te necesito ya—

Ohm no espero más invitaciones y penetró con su miembro duro la entrada caliente de su esposo.

Ver su linda cara, cada expresión, sentir sus uñas enterrándose en su espalda, sus gemidos callados por sus besos, en un instante todo su mundo se volvió ellos dos. Entendieron que habían nacido el uno para el otro y que todo lo que estaban viviendo lo merecían.

Gritaron el nombre del otro y se juraron amor eterno. Mientras Ohm se aferraba a la entrada de Fluke y lo embestida con fuerza. Se corrieron más de una vez y al final de todo se dieron un baño y se durmieron juntos.

Al día siguiente luego de un oral bien merecido que el dueño del lugar le dió a su esposo, bajaron al club a desayunar y pasar el rato. Todo el mundo los veía pero ellos no le daban importancia. Solo importaban ellos dos en ese instante.

Porque al final del camino la verdad salió a la luz.

Porque después de tanto tiempo juntos merecían esto.

Ahora solo querían estar juntos sin pensar en más.

En estos momentos es cuando ambos entendieron que el amor así es.

Y no planeaban separarse jamás....

—¿Cuál es el siguiente paso?— Fluke preguntó de pronto.

No lo sé ¿Una familia quizás?—

—soy un hombre, no puedo tener hijos— Fluke se defendió

—pero podemos adoptar— Ohm esbozo una sonrisa

Ahora el hombre quería llorar.

No siento las horas cuando estoy contigo
Me encanta porque todo lo ves positivo
Amo tus lunares y tus cicatrices
Dime en este tiempo dónde te metiste
Que no te podía encontrar
No sé si fue dios o tal vez fue el destino
Lo único que sé, vamos por buen camino
Estaré contigo por todas las vidas
Recordar quien eres por si un día lo olvidas
Por ti haría eso y más
Y si no existieras yo te inventaría
Mismo corazón y la misma sonrisa
Eres mi razón, mi paz, mi sol, mi trigo
Simplemente gracias por estar conmigo
Aquí están mis brazos, siéntete segura
Que para tus miedos yo tengo la cura
Eres lo que tanto a dios yo le pedía
No voy a defraudarte, solo en mí confía
Y si miras para el cielo y no hay estrellas, no me culpes
Pues te las merecías
Y si no existieras yo te inventaría
Mismo corazón y la misma sonrisa
Eres mi razón, mi paz, mi sol, mi trigo
Simplemente gracias por estar conmigo
Aquí están mis brazos, siéntete segura
Que para tus miedos yo tengo la cura
Eres lo que tanto a dios yo le pedía
No voy a defraudarte, solo en mí confía
Y si miras para el cielo y no hay estrellas, no me culpes
Pues te las merecías

La Verdad OcultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora