La Verdad Oculta

Fluke no es como pensaba

Luego de hacerles jurar a sus padres que no le dirían sobre los planes de su hijo a su esposo. Ohm decidió comenzar desde cero al lado de Fluke, revisó su móvil mostraba las llamadas perdidas de Gabriel. Había olvidado que ella no sabía que en realidad había terminado todo con ella y estaba extrañado por la insistencia de Gabriel. Aun así lo dejo de lado.
Esa noche se quedaría en casa de sus padres pero tomó una decisión. No era muy tarde y esperaba que Fluke aún estuviese despierto.

Llegó al edificio y recordó el coraje que sintió la primera vez después después de 4 años que llegó al lugar. No había entrado pero se asombró de que Fluke no hubiera vendido el lugar.

Recordó las palabras de Mild —El señor venia a quedarse aquí de vez en cuando—

Recordó cuantas veces insultó y humilló a Fluke, y se sintió terrible, dejó todo de lado y finalmente tocó el timbre.

El dueño del apartamento no tardó mucho en responder, la sorpresa podía olerse en el aire.

—¿no vas a dejarme pasar?— preguntó Ohm rezando porque lo dejara estar con él

—supongo que está bien— Fluke aceptó y Ohm entró aún dudando

—¿En qué puedo ayudarte?— el dueño del lugar cuestionó a su "exesposo" quien ahora tenía que buscar un pretexto.

—necesito que me ayudes con unos diseños para los nuevos automóviles, se que es tarde pero los voy a entregar mañana.— la mitad mentira y la mitad verdad.

Ohm

Todo el valor que había tomado despareció cuando ví la sorpresa en su cara, supongo que  debí avisarle que iba y aún tan tarde,

—¿Que diseños quieres hacer?

Mostré mi teléfono con unos diseños que había descargado de mi portátil al celular. Por fortuna Fluke tiene una impresora en casa así que imprimió los prototipos y comenzamos a trabajar.

Luego de unos minutos de observarlo trabajar me sentí diferente, podría decirse que había una paz muy extraña. Mirarlo tan concentrado. No podía dejar de grabar esa imagen de mi mente. Caí en cuenta de una cosa; 

Todo el tiempo estuve de viaje, llegaba a casa y  solo esperaba que terminara la cena para alejarme de él y ahora no quiero estar lejos.

Toda mi vida había resultado una mentira. Lo único bueno y puro estaba trabajando frente a mi sin darme la importancia. Me lo merezco.

—¡Demonios, tengo mucha hambre— exclamó Fluke después de una hora de trabajo

Agradecí que el decidiera dejar el trabajo de lado y fui al baño mientras el iba a preparar la cena, al salir, Fluke ya tenía algunos Sandwiches preparados con tomate, lechuga, mayonesa, jamón y queso.

—Por mucho que lo recomienden pienso que esto no es nutritivo— comenté y aquel pequeño  diablillo no tardó en defenderse

—es lo que hay, si no quieres no comas— dijo y siguió comiendo

—no, no, está bien, comeré— no quería pelear así que solo me senté frente a el y comencé a comer.

—woow! Estos Sandwiches son deliciosos— dije al primer bocado que le di al emparedado

—no tiene ninguna ciencia— Fluke me bajó de la nube.

—Deberías tener tu propio restaurante donde vendas estos Sandwiches—

Tras decirle eso, Fluke me miró unos momentos y dudó en responder

—supongo que me estoy guardando lo mejor para mí—

—¿siempre comes solo esto?— interrogué

—¿Ahora te preocupa?— contraatacó Fluke mirándome interrogante

—no se a qué te refieres— fingí ignorar su pregunta.

—Ohm, durante los cuatro años que estuvimos casados nunca te importó si comía, dormía o estaba enfermo ¿Que mosca te picó ahora?

—Aun no salen los papeles del divorcio— mentí ya que Fluke aún no sabe que rompí la solicitud del divorcio a pesar de que le devolví todo, —así que técnicamente seguimos casados—
La persona sentada frente a mí soltó una risotada —bueno, al parecer alguien se preocupa más hoy que en los cuatro años, señor presidente, usted ya tiene un compromiso con Gabriel— recalcó y terminó de comer

—Gabriel y yo ya no estamos juntos— Confesé y   la cara de mi esposo no cabía de la sorpresa.

Fluke

Estaba sorprendido por la respuesta de Ohm y decidí dar por terminada la conversación

—es tarde deberíamos descansar— me levanté y levanté mi plato

—¿No vas a decir algo?— preguntó deteniendo mi paso

—¿Ahora si te interesa mi opinión?— Ohm entendió mi sarcasmo y cambió de tema

—¿Puedo quedarme contigo hoy?— pidió de repente. Sabía que era tarde así que no me quedo más que aceptar.

—te quedaras en el cuarto de las visitas, aunque técnicamente es de Saint, el suele quedarse ahí cuando viene de visita—

—Enserio que no entiendo tu afán de quedarte aquí teniendo una casa más grande que este lugar—

—fácil, este lugar me gusta, odiaba esa casa porque cada espacio me recuerda a ti— respondí son dudar.

Ohm se fue al cuarto de visitas, el mío estaba frente a el y yo solo entre a mi cuarto.

Hice videollamada con Saint mientras escuchaba el ruido de la ducha del otro lado de la habitación, eso era lo único malo de estos apartamentos, aquí se escucha todo.

Saint apareció en la pantalla con los labios inchados y el cabello un tanto revuelto

—¿Que estás haciendo?— pregunté tratando de no reír

—estoy haciendo algo para liberarme del estrés

—pues valla que lo lograste

Al fondo de la habitación se escuchó la voz de Zee

—¿Saint? ¿Con quién hablas?

Yo no oculté mi sorpresa y la imagen desnuda del nuevo amante de Saint apareció en mi pantalla

—¡¿Eres idiota Zee?!— Saint se sintió avergonzado y dijo

—me atrapaste—

—si eso te hace feliz por mi está bien Saint, ahora puedo decir que ya te estrenaron—

—no hablemos de esto, ¿Para que me quieres?—

—Ohm está en tu habitación

—¿la de tu apartamento?, ¿Que hace ahí?

—Dijo que quería trabajar, pero no soy estúpido, se que busca algo más—

Saint pensó unos segundos y buscaba también alguna razón por la que Ohm pudiera buscarme

—¿Será que ya no quiere divorciarse?

Esas palabras se quedaron en mi mente, colgué enseguida y me puse a pensar en esa posibilidad.

No, el me odia, probablemente sea otra cosa...