008: Quédate.

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— Que bueno que estás aquí. —dijo Hyunjin con una dulce sonrisa mientras miraba a la chica bajar del auto.

— Vine lo más rápido que pude en cuanto leí tu mensaje. —cerró la puerta del auto y acomodó su saco negro mientras se acercaba a su jefe— ¿Todo está en orden?

Se detuvo cuando por detrás del rubio pudo mirar a Felix sentado a unos metros de ellos, éste nuevamente poseía la chaqueta costosa de Hyunjin, y con las mangas de la misma estaba limpiando las lágrimas que corrían por sus mejillas.

— Ese chico otra vez... —murmuró devolviendo su vista al de cabellera larga.

— Está en un momento difícil. —puso su mano sobre el hombro de la chica— Dijo que no quiere estar aquí, por eso lo llevaré a casa.

— Nunca habías sido tan servicial con alguien. —una sonrisa se escabulló en sus labios.

Hyunjin soltó una pequeña risa e hizo un ademán con sus hombros, soltando un suspiro al final.

— Nadie había valido la pena hasta ahora.

Jihyo sonrió una última vez antes de asentir y dirigirse al auto para abrir la puerta trasera. Hyunjin se dio la vuelta para ir por Felix, sujetando al menor por los hombros con mucho cuidado y así ayudarle a llegar hasta el vehículo. Una vez el pecoso entró también lo hizo y así la chica cerró la puerta.

— Ya sabes el camino, ¿No Jihyo? —cuestionó haciendo contacto visual con la nombrada gracias al retrovisor una vez que ya había entrado.

Pero Felix negó.

— No quiero ir a mi casa... Mis hermanas están ahí y no quiero que me vean así, se van a preocupar y no quiero hacerles pasar un mal rato cuando vinieron a pasarla bien a Corea. —alzó un poco su vista para hacer contacto visual con su acompañante.

— Es verdad, tus hermanas están en la ciudad. —mostró una dulce sonrisa y con sutileza acarició la mejilla foránea— Pero está bien, entonces... —se acomodó en el asiento y de nueva cuenta cruzó miradas con su chófer— Jihyo, a la casa, por favor.

— ¿Estás seguro?

— Por supuesto.

A pesar de recibir la afirmación de su jefe lo siguió dudando un poco no por Hyunjin o incluso tal vez por Felix, sino por su jefa, la señora Hwang.

— ¿Tú llevaste al amigo de mi hijo a su casa?

Al oír la voz de su jefa alzó la vista a las escaleras donde se encontraba, sintió un escalofrío correr por su cuerpo ante la mirada ajena, era tan penetrante que daba miedo.

— Sí señora, el joven Hwang así me lo ordenó. —agachó su cabeza en modo de una leve pero educada reverencia.

— ¿Cuántas veces has subido a ese chico al auto, Jihyo?

— Sólo una vez... —murmuró como respuesta.

— ¿Y sabes algo de él?

Jihyo negó.

— Sólo sé su nombre, señora. —tragó saliva y luego exhaló—. Pero si me deja dar mi opinión, parece buen chico...

— ¡Por supuesto! —contestó con ironía— Por dios, conozco a los de su clase, son unos interesados, ¡Y ese mocoso sólo busca sacarle el dinero a mi hijo! —la chófer quiso decir algo pero su superior no le dejó— ¡Es obvio que lo va a chantajear ahora que sabe que es de la familia Hwang!

— Señora...

— ¡Última vez que traes a ese mugroso a mi casa, Park. ¿Entendido?!

Rich Boy. ᢁ #hyunlix. (©) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora