Sálvame ~ Stray Kids (Han Jisung) y Tú

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ATENCIÓN: este capitulo tiene contenido sensible, EXAGERADO para la adaptación de la historia, NO ES LA REALIDAD

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Mis padres ya se habían ido, desde que Shopie está con nosotros todo en casa es súper tenso. Han está muy ocupado y estresado con las cosas de la empresa y yo con las cosas de la universidad.

Cuando mi hermana llegó al instituto las cosas cambiaron mucho, en especial con un grupo de personas las cuales antes no sabían de mi existencia, pero que ahora parecía que su única preocupación era molestarme de todas las maneras posibles. Cada día se acercaban a mi para decirme todo tipo de comentarios molestos o para empujarme "sin querer".

Esta semana las cosas se estaban pasando un poco, ya no solo eran los comentarios de siempre, como "inútil" "traga libros" "nadie te quiere" "¿por qué sigues aquí?" o los empujones que hacían que cayera al suelo o me golpeara mas de una vez, ademas de los mensajes de texto con mas insultos que siempre me enviaban; su nuevo movimiento ahora era dejar regalos sobre mi banco. Sabia que eran ellos no solo porque en los pasillos siempre me decían "¿te gustó nuestro regalito?" sino porque junto al paquete dejaban una nota que decía "con amor, de tus personas favoritas". La primera vez que esto ocurrió me habían dejado un montón de hojas ralladas con comentarios sobre mi cuerpo/apariencia, lo primero que hice fue tirar todo eso, mientras los días pasaban la misma situación se repetía, ya no solo eran comentarios sobre mi cuerpo sino sobre mi y mi vida, aparentemente mi hermana se había encargado de contar cosas sobre mi, las cuales eran la "oscura verdad" sobre mi, después comenzaron de darme fotos mías rotas o con cruces y comentarios horribles.

Las semanas pasaban y sus "regalos" se volvían cada vez mas horribles. Uno de esos días dejaron una bolsa llena de pastillas sobre mi banco, no tiré la bolsa, solo la guardé sin expresión alguna. Otro de sus "hermosos" regalos fue el día en que dejaron una pequeña caja, comencé a temblar ni bien vi el contenido, dentro de la caja había un navaja perfectamente acomodada. Guardé la caja en mi mochila y corrí al baño donde vomité por los nervios que estaba sintiendo intentando dejar de temblar. Me limpié la boca y salí del baño para salir de la universidad y comenzar a caminar por la ciudad. Mi celular sonaba, me fijé por las dudas de tener un mensaje de Han o de los chicos, "¿dónde estás? ¡No pudimos ver tu reacción al regalo!"; ignoré mi teléfono aunque no le paraban de llegar mensajes.

Había llegado al puente del Río Han, donde hace un tiempo había estaba con mi novio. No entendía el porqué de todo lo que me estaba pasando, pero lo que mas frustración me traía era que no podía reaccionar y hacer algo, no me defendía, era como si dejara que todas esas cosas pasaran para terminar con lo que yo no podía. Quería sacar ese horrible pensamiento de mi mente, intentaba pensar en los chicos, en Han pero eso me daba mas culpa y me hacia pensar en que debería dejarlos ya que están mejor sin mi; el pensar en que los chicos siempre estaban para mi me hacia sentir peor por sentirme tan mal, me odiaba a mi misma por sentirme así y odiaba aun mas el no saber porque me dominaba tanta tristeza.

No sé en que momento, pero cuando reaccioné me encontraba en una banca con la bolsa de píldoras que el querido grupito me había regalado. Comencé a contarlas, eran 39. Sabia que no eran unas pastillas cualquiera, y sabia mucho mas que esa cantidad no había sido alzar; una pastilla de esas por día hasta la ultima significaba el final de todo. Sin pensarlo mas mentí una de esas a mi boca y luego de una lucha mental logré pasarla, realmente tenia miedo y no quería, pero todo me estaba ganando, de cierto modo sabia que esto significaba que me estaba dando por vencida, pero como esperanza para calmarme un poco sabia que todavía me quedaban 38 días para hacer que mi mente reaccionara y buscara ayuda.