diez pasos 𖹭 kookmin

O3: Darse mimos

Jimin se encontraba acostado boca arriba en su cama, mirando el techo como si fuera lo más interesante del mundo entero.

Estaba exhausto ya que el día anterior había salido a correr con Hoseok, un amigo suyo, y hoy había tenido un examen, el cual tenía dos temas bastantes complejos.

Jungkook había bajado al primer piso para traer un vaso con jugo junto a unas galletas que había preparado la mamá de Jimin, las favoritas de ambos ya que la señora Park, era muy buena cocinera.

Cerro sus ojos por unos minutos hasta que sintió la puerta abrirse y una cabeza apoyarse en su estómago.

Estaba más que claro que se trataba de Jungkook.

Dirigió su pequeña manito hacia allí, donde comenzó a dar leves caricias, sintiendo los leves rulos que tenía el cabello de su mejor amigo.

Amaba acariciarlos, ya que eran muy suaves y al estar desordenados, le daba una apariencia relajada y bastante tierna al más alto. Su pelo negro ondulado era su perdición.

Jungkook se acomodó mejor, dejando un poco de espacio para comenzar a masajear la pancita de Jimin por encima de la ropa. Jimin sonrió aún con sus ojos cerrados.

Un bostezo escapó de sus labios y escuchó a Jungkook haciendo lo mismo.

Las caricias eran tan delicadas, que fue inevitable que ambos se fueran quedando dormidos lentamente, el sueño apoderando sus cuerpos.

Ambos se quedaron dormidos luego de las caricias dadas. Uno al lado del otro. Con sonrisas adornando los rostros de ambos y olvidando las galletas que Kook había traído.