Tal vez escribir una carta de amor no había sido la mejor de mis ideas. O tal vez no lo fue el no verificar la taquilla donde la había metido antes de hacerlo.
O de cómo caí en las redes de quien menos había pensado enamorarme. Y todo por esa carta.
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<< Querido P'Max,
llevo mucho tiempo planteándome escribirte esta carta y sé que si no lo hago ahora no lo haré nunca. Este año te graduarás y yo no tendré otra oportunidad para decirte lo que siento.
Me gustas.
Me gustas mucho.
Nunca hemos hablado pero mis ojos siempre te siguen y sé lo mucho que disfrutas jugando al baloncesto o lo divertidos que te parecen los dinosaurios.
Quiero que sepas que esta carta no es una petición para que salgas conmigo. Solamente necesitaba confesar mis sentimientos.
Espero que eso no suponga ningún problema para ti. Si te molesta, me disculparé.
Con amor,
New Chawarin - 3er año >>
— Adorable... Pero creo que ha habido una confusión.
Tan pronto como oigo aquella voz me congelo en el sitio.
— "Con amor... New Chawarin, 3er año." ¿Tú, supongo?
Darme la vuelta es lo más doloroso que he hecho en mucho tiempo, pero aún lo es más ver mi carta en manos del mayor gamberro de la Universidad. Su socarrona sonrisa no augura nada bueno, así como sus ojos que tienen un brillo peligroso.
— P'Zee... —Digo en un hilo de voz, pero aún así parece oírlo causando que su sonrisa se amplíe.
— Me conoces... Bueno, no es de sorprender. Soy bastante famoso por aquí.
Me muerdo las ganas de soltarle que por lo que es famoso es por ser un metemierda por donde quiera que va pero en su lugar alargo una mano, palma arriba, la cual se queda mirando con una ceja alzada.
— Mi carta —La voz no me tiembla e internamente me felicito por ello.
— ¿Sabes qué? Me parece que no... Tú y yo vamos a hacer un trato.
Y con eso agita el sobre frente a mi cara y le veo guardarlo en su mochila, como a cámara lenta. Mis ojos se abren como platos y seguidamente se enfocan en los burlones de él.
— ¿Un trato?
— Vas a ser mi esclavo... New Chawarin —Sentencia.
Y todo mi mundo se derrumba a mi alrededor. O eso siento en este instante. Mis pensamientos abarcan todo tipo de situaciones embarazosas y yo solamente quiero que me trague la tierra. ¿En qué momento se me ocurrió escribir esa dichosa carta? ¿Por qué no me decantaría por mandarle un correo electrónico en su lugar? Pero el daño ya está hecho.
Estoico, le devuelvo la mirada.
Esta es mi vida ahora. Pero no voy a darme por vencido sin pelear. No voy a ponérselo nada fácil.
