Non-delivered Letter

Capítulo 1: New

"Solamente tendrás que hacer todo lo que te diga, sin importar qué ni cuando te lo pida, o tu ñoña carta aparecerá en el boletín de noticias del Campus. Todo el mundo la verá, incluido tu querido P'Max, y serás el hazmerreír hasta que te gradúes."

Gracias a eso no he pegado ojo en toda la noche.

Y es la primera vez que tengo ganas de enfermarme de verdad para no tener que ir a la Uni. Pero no puedo permitirme faltar. Necesito los puntos de asistencia y hoy tengo una prueba para la que debo sacar la mejor de las notas.

La dura vida del estudiante...

— Hoy juega P'Max, ¿irás a verle?

La mención de ese nombre consigue que deje a un lado los malos pensamientos que llevo toda la mañana teniendo y que me enfoque en el dueño de la voz. Mi mejor amigo Nat, mono for fuera pero una fiera por dentro. La auténtica definición de "pequeño pero matón."Me mira expectante y yo me encojo de hombros. Después de lo que pasó ayer no sé si estoy preparado.Otro pensamiento cruza mi mente. ¿Debería contárselo a Nat? Pero seguro que si lo hago intenta meterse y Zee no es alguien con quien quieras tener problemas.Nat no debe enterarse. O al menos no aún.

— Tal vez me pase un rato... ¿Dónde está Yim, por cierto?

Yim, mi segundo mejor amigo. Es un poco despistado en cuanto a sus propias cosas pero demasiado observador para el resto.

— Me dijo que le habían llamado de Dirección y que no sabía para qué.

Asintiendo, dirijo la vista hacia el frente hasta que le veo. Apoyado contra la pared del edificio, las manos metidas en los bolsillos de sus vaqueros, su perenne sonrisa chulesca y sus ojos clavados en mi. Reprimo un escalofrío y aparto la mirada. Si no le miro no existe. Pero entonces mi móvil vibra en mi mano. Y no necesito mirar la pantalla para saber que se trata de él y de que el juego ya ha empezado. Tengo que contestar, lo sé, pero vuelvo a estar congelado en el sitio. Desearía que todo esto fuese una pesadilla. Las siguientes palabras que salen de la boca de Nat hacen que se me hiele la sangre. Es real, muy real.

— ¿No es ese Zee Pruk? Nos está mirando, y de una manera no demasiado amigable... Espera, ¿se está acercando o es impresión mía?

Mi cuerpo se mueve entonces por voluntad propia y echo a correr como si no hubiera un mañana.

— ¡New, ¿pero qué- ?

Sólo corro y corro sin importar las consecuencias. Mañana seguramente mi carta adornará el boletín de noticias y puede que incluso también las redes sociales, pero yo estaré de camino a Suiza en el primer vuelo del día. Nat me dijo que está precioso en esta época del año. Mis pulmones arden y las piernas apenas me responden cuando me detengo. No sé donde estoy, pero lo que sí sé es que sigo en el Campus.

— Deberías apuntarte a Atletismo, muñeco —Oigo a mis espaldas y cierro los ojos para contar hasta diez—. Ganarías todos los premios.