En el marco de tu ventana

Segunda Parte

Las clases muchas veces son extrañas. Aunque la docente hoy sólo divagó en sus extraños recuerdos de amoríos pasados, que pareciera que nunca enterró.
Bueno, al menos es entretenido.
Acabo de recordar que hoy tengo una entrevista de trabajo. ¿Debería de darme una ducha? Creo que no, aún puedo sobrevivir una semana más sin hacerlo.

Es broma.

El sonido de la madera retumba en el interior de la casa. Me pregunto de qué madera estará hecha esta puerta. Mientras pienso en ello, la puerta es abierta, y descubro a quien está detrás.
Una dama, de unos 40 o 50 años, pelo blanco, como la ceniza. Lleva un vestido, es el vestido más formal que he visto en mi vida. Oculta sus ojos detrás de las gafas de sol. ¿Quién usa gafas de sol a estas horas? Cuestiones de gente adinerada. Me mira de pies a cabeza, pareciera que escanea hasta el más mínimo confín de mi horrendo rostro.

-Llegas 15 minutos tarde. ¿Tienes alguna excusa que pueda creer?- pregunta, mientras observa su diminuto reloj.
-El tráfico es horrendo por estos parajes, señora - contesto sin titubear
-¿Cúal es tu auto?
-No tengo auto, señora.
-Deja de llamarme señora.
-Perdón, señ...¿Cómo la llamo en tal caso?
-Soy Delia, Delia Andrade.
-Está bien, eh...Delia Andrade.
-Sólo Delia.

Nos sentamos. La mesa es exageradamente inmensa para dos personas, me siento ahogada.
Me alcanza un sobre. Al abrirlo, caen un hoja y un lápiz. Me acomodo las gafas, me dispongo a leer, ella interrumpe.

-Ya tienes experiencia?- pregunta, mientras se lleva el lápiz a boca
-Eh, si...el año pasado cuidé a dos gemelos. Eran bastante traviesos, pero traté de ponerlos en orden.
-Entiendo. ¿Cómo te enteraste del trabajo?
-Por medio de una amiga en la universidad, ella me mostró el aviso.
-¿Tu amiga te comento algo al respecto?
-Pues, siendo sincera, no- recordé el comentario de mi amiga. "tendrás que tener cuidado, la señora está demente, pero tiene bastante lana" .
-¿Estás segura?- preguntó como si adivinara lo que pensaba.
-Muy segura.
-Entiendo. Empiezas mañana. Tienes que estar a la hora indicada. Ni un minuto más, ni un minuto menos. Ahora sígueme. Te mostraré tus herramientas de trabajo. Por cierto, ¿sabes conducir?