「❛ otcaur ❜」

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Dos meses, habían pasado dos meses desde aquella acalorada tarde en la que discutieron la madre de Felix y Hyunjin. El rubio después de saber que su madre había rechazado esa propuesta estuvo más que alegre, de verdad no podía imaginarse un futuro con alguien que no fuera Nayeon.

—Entonces... ¿sí o no?— Felix rió bajito por las cosquillas que le provocaba la nariz de su alfa enterrada en su cuello, justo en dónde estaba su glándula de olor, olfateando todo lo que podía de su aroma. Ambos jóvenes estaban desnudos en el río del bosque, tomando un refrescante baño en pleno verano.

—Noona... me hace cosquillas— un pequeño jadeo salió de la labios de Felix cuando su novia mordió suavemente la blanquecina piel de su cuello y apretó una de sus nalgas.

—Responde— el rubio dejó caer su cabeza a un lado en señal de sumisión.

—No, bonita, Tae es solo un amigo— Nayeon gruñó, sacándole otro gemido a su omega, no oficialmente pero al final, su omega—A-ah... Alfa...— el aroma a vainilla y canela se intensificó, pero la risita de la alfa terminó con el momento.

—Eres tan sensible, bebé— Nayeon se alejó de Felix, yendo a nadar por ahí con mucha facilidad. Felix solo se quedaba en la orilla del rio pues no sabía nadar muy bien.

—Nayeon-ah ¿No eres sensible también?— la chica miró al rubio, que intentaba provocarla acariciando su propio pezón con una sonrisita coqueta.

—Sabes que no funcionará, tus padres nos dieron hora y media para salir, no tenemos tiempo— Felix odiaba eso de Nayeon, lo responsable que era en todo momento— Mejor ya vístete, más vale llegar temprano que llegar tarde y tener que enfrentarnos a tu papá.

La chica salió del agua, dejando completamente embobado a Felix. Su cuerpo era asombroso; delgado, tenía piernas largas y tonificadas al igual que los brazos, tenía músculos, pero músculos sutiles al igual que sus pechos, que la hacían ver elegante y sensual al mismo tiempo. Y pensar que todo eso era suyo y solo suyo.

—Felix...— el rubio salió de su ensoñación y asintió; con cuidado salió del agua, se puso sus ropas y tomados de la mano caminaron de regreso a la casa de Felix, todo el tiempo entre risitas, pequeños besos y pláticas agradables. Al llegar a la vivienda el omega y su pareja se encontraron con una inusual escena; ambos padres de Felix sentados en el sofá de la sala de estar, su madre parecía estar llorando y su padre estaba completamente serio.

—Noona, será mejor que te vayas ¿Sí?— el omega sonrió levemente. Incluso se podía oler la tensión y tristeza en el ambiente.

—¿Pero y si necesitan ayuda? LIxie, quiero estar con ustedes.

—Sí, lo sé, pero quiero hablar con ellos, si te necesito te lo diré— Nayeon no muy convencida asintió y se fue de la vivienda de su novio.

Felix suspiró antes de entrar a la casa, al hacerlo la mirada de ambos de sus padres se posaron sobre él. La omega corrió a abrazarlo y sonrió dulcemente.

—Hijo... tenemos algo que decirte— esas solas palabras hicieron a Felix preocuparse. ¿Qué le dirían? El asunto parecía ser tan serio que tragó duro al mismo tiempo que tomaba asiento.

—Bueno, supongo que recuerdas a los hombres malos de los que te hablábamos— empezó su padre— El asunto es que esta mañana... cuando tú no estabas, cuando saliste con Nayeon...

—Ve al grano por favor, papá— los nervios carcomían por dentro a Felix.

—Ellos me amenazaron, de muerte— todo color en la cara del omega fue drenada, su madre comenzó a llorar y su padre puso una mano en la espalda de su amada— Me dijeron que si no les pago un dinero que debo me matarán. Claramente no tenemos ese dinero, pero...

—Hemos decidido comprometerte con Hwang Hyunjin— habló su madre. Felix negó al instante, debían estar jugándole una broma.

—No... no pueden decirlo en serio. No pueden— el rubio miró a su madre, después a su padre, ambos con una expresión de tristeza— ¡Esto no es normal! Él es un hombre y yo también.

La omega derramó más lágrimas, estaba realmente afligida.

—Da igual, ya cerramos el trato. Él te escogió y, por ahora, es lo único que puede salvarnos.

—¿Salvarnos? ¡Salvarte a ti! ¡¿Pero a cambio de qué, eh?! De mí, de mi felicidad, de mi libertad, de mi cuerpo, de todo yo. ¿Es eso justo?— Felix empezó a llorar también, sintiendo a su omega temblando dentro de él.

—¡No solo me salvará a mí, los salvará a ti, a tu madre y a Jimin, porque te recuerdo que soy yo quien los mantiene!— los gritos del padre de Felix retumbaban por toda la casa— Ustedes como omegas no pueden hacer mucho, y Jimin es un cachorro aún. Es la única opción, Felix. Y quieras o no te casarás con ese hombre— el alfa se levantó de su asiento— Incluso si no es lo normal o lo correcto.

Y con eso se retiró de la sala de estar. La mujer miró triste a su primogénito, lo abrazó.

Intentando calmarlo.

—Lo siento, hijo, pero ya lo decidimos— dejó un beso en la frente del omega— Solo... termina con Nayeon ¿entendido?

Entonces la omega también lo dejó para seguir con sus tareas. Felix se quedó sentado en medio de la sala, solo y con su lobo llorando.

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¡Muchas gracias por leer!

𝐍𝐨𝐭 𝐘𝐨𝐮𝐫𝐬  [ 𝑯𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora