CAPITULO SEIS

408 60 13
                                    

CAPITULO SEIS


El aroma a manzana y canela se expandía por toda la cocina, mientras el pay se terminaba de hornear en el horno. Hoy era un día cálido y fresco en la ciudad, así que las ventanas de la casa estaban abiertas de par en par, dejando entrar el aroma a tierra y pasto, así como la brisa.

Terminando de lavar los utensilios que había usado para la elaboración del pay, mire a través de la ventana que daba a las extensiones verdes que rodeaban la casa, y logre ver a Jungkook a unos metros.

Hablaba despreocupadamente por el teléfono con una mano en el bolsillo y la sombra de una sonrisa en su rostro.

—¿Cuándo estará el pay listo? —di un respingo cuando Jin entro a la cocina. El hombre era una de las personas más altas que alguna vez había visto y pasaba un 80% del día sonriendo.

Secando mis manos en el delantal, me gire a él.

—10 minutos, peo aun debe enfriarse. ¿Quieres limonada?

Sonriendo asintió con la cabeza, a la vez que tomaba asiento en la isleta de la cocina. Rodeándola, me dirigí al frigorífico para tomar la jarra de limonada helada que había preparado para acompañar el pay.

—Jin ¿Puedo hacerte una pregunta? —cuestione dejando el vaso con hielos ante él.

—Hum. —dio un sorbo. —Puedes hacerlo. Pero si es respecto a porque estas aquí, no puedo decir nada.

Reí. —Lo sé. Se que no pueden decirme nada.

Ya lo había intentado. Los primeros días de mi exilio, la desesperación de estar tan lejos de todo lo que conocía me había llevado a intentar encontrar respuestas de Jin, pero se mostró tan evasivo que termine rindiéndome.

Quizás entonces, solo esperaba escuchar algo que me ayudara a calmar mi herido corazón. Que me dijeran que Taehyung no sabía nada o que no estaba involucrado en la decisión de sacarme de la mansión. Pero eso era algo que sabía que era así. Él lo sabía; y estaba de acuerdo.

—Bien, pregunta.

—Tienes esposa he hijos ¿No es así?

—Si, una esposa y un niño de 5 años.

Asentí, recargando mi cadera en el borde de la isleta.

—¿Y que hay de Jungkook?

—¿Jungkook?

—¿Tienes esposa? ¿Hijos? Siempre esta al teléfono ¿Tiene novia?

—No. —rio. —o al menos no lo ha mencionado. Hasta donde sé, habla con sus hermanos y madre tanto como puede. Ellos se quedaron en Busan y como cualquier hombre que este involucrado en este mundo; teme por lo que ama.

—Jungkook no parece ser la clase de hombre que teme...—susurre.

—Todos los somos, incluso si no lo decimos. Todos tenemos cosas que nos importa y cuando estas se ven en peligro; las protegemos a toda costa. El temor a la perdida es algo que viene con el amor.

Las palabras del hombre me dejaron meditando unos segundos. Por un segundo las palabras de Jungkook dichas semanas atrás causaron cierto no se que en mi; "Debes ser algo valioso para que pidieran que te protegiéramos".

¿Era demasiado loco pensar que era algo importante para Taehyung y por eso estaba ahí? ¿Estaba siendo demasiado codiciosa? Quizás sí, porque a diferencia de lo que decía Jin, yo no era, ni fui algo que Taehyung amo, solo algo que calentó su cama, hasta que llegó alguien que utilizo ese espacio.

MAFIA; luz y sombra {KTH}Where stories live. Discover now