Sombras por doquier.

15 1 1
                                    

El día de hoy Zakia despertó diferente, despertó con mucho cansancio y con fiebre, por lo que su madre decidió que se quedará en la casa descansando y que durmiera otro rato en lo que compraba medicina.

Zakia siguió las indicaciones de su madre y se recostó de nuevo y en menos de un minuto llegó su madre con un paño y lo coloco en su frente, le dio un termostato y ella levantó su bracito y el termostato fue colocado, un rato después lo retiro y reviso.

-Hija como es posible que entraras en fiebre, ~comento mientras acariciaba su cabellera y le daba unos masajes~ entonces le comentará a tu maestra que no podrás asistir hoy, descansa mi hija~ dijo y le dio un beso en la frente por encima del paño que puso al inicio.

La pequeña solo asintió y recibió el beso de buena manera, sus parpados se cerraron por si solos y no supo que fue lo que pasó.

|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|

Tiempo después

La pequeña abrió sus ojos con pereza notando que se había disipado casi por completo la fiebre que sintió en la mañana, pero noto algo raro por qué todas las cosas parecían sin color, su manta que era roja ahora se encontraba de un tono un tanto rojo pero dando al gris una combinación tan rara, eso no fue lo que más le preocupaba era por qué no escuchaba nada, ¿Dónde se encontraba su madre? ¿Por qué su madre se iría? Todo era tan confuso para ella,  hasta escuchar el rechinar de la puerta y su mente le jugo una muy mala broma.
O eso pensó ella.

Todo se volvió oscuro en la habitación, ni siquiera podía ver la mesa a solo pasos de ella, todo estaba sumido en la oscuridad y solo vio en donde tenía que estar la puerta dos puntos blancos que se hacían cada vez más grandes con cada paso que escuchaba, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y esa cosa corrió hacia ella y la envolvió con sus brazos, sus manos taparon su rostro, esa sombra gritaba su nombre y ella grito que se detuviera que no la tocará, que la dejara sola.

El silencio se hizo presente y abrió sus ojos, lo primero que vio al destaparse la cara fue la cara de sorpresa de su madre pero no la veía a ella, solo a esa sombra.

-¿Hija que pasó?, ¿Por qué gritaste cuando te abrace? ~le dijo mientras la tomo de la mano y limpiaba las lágrimas de la pequeña.

-mamá pe perdón por gritar gritarte ~decía entre hipidos y abrazo a su madre.

-pequeña ~Agata miro a su hija y una lágrima se deslizó por su mejilla, no le gusto para nada ver de nuevo a su hija llorar, recordó ese momento tan amargo y la abrazo con todas sus fuerzas.

Los días pasaron y la niña de siete años no pudo ver a la gente a la cara veía sombras por todos lados, si era de noche veía esos puntos blancos, si veía a una persona veía como su cara se tornaba de una sombra negra y volvía a la normalidad.

Pero si tan solo no hubiera sido por ese día Zakia seguiría atormentada.


¿Sola?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora