Sentimientos

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Canción ¿Have you ever really love a woman? By Bryan Adams

Mía

Abro los ojos, pestañeo varias veces y sonrío ante lo que veo, Matthew está profundamente dormido a mi lado derecho, está boca arriba pero su cabeza está ladeada hacia mí, estudio sus rasgos, Matthew es para mí como un dios griego, blanco de ¿1,89 o 1,90?, no sé después le preguntaré, cabello tan negro como el mío, facciones perfiladas y unos labios rosados bien definidos, terriblemente apetecibles, es mas el inferior es mas carnoso que el superior, paso mis dedos suavemente por su rostro, siento una pequeña barba que se le empieza a formar, su boca esta semiabierta y eso me produce unas locas ganas de besarlo ¡pero no lo haré!, seguiré estudiándolo mientras duerme, se el color de sus bellos ojos porque ya los he analizado en mas de una oportunidad, toco suavemente sus labios y él se remueve un poco por lo que me detengo, mi cuerpo se esta calentando por lo que me debato entre dos opciones si despertarlo dandole una buena dosis de sexo matutino o hacer lo que quiero desde que llegue anoche, salir y tocar la arena con mis pies, respirar el profundo y exquisito olor del mar.

Pienso por unos segundos y creo que mi cuerpo me pide a gritos la primera opción así que levanto un poco la sabana y veo su perfecto abdomen lleno de cuadritos, miro mas abajo y no me sorprende pero me agrada lo que mis ojos ven, tiene una ereccion matutina, algo común y normal entre los hombres, me muerdo inconscientemente el labio inferior ya que me provoca saborear el pene de Matt, así que decido darle una buena dosis de sexo oral a mi querido novio, me muevo sigilosamente a través de su sabana y me posiciono justo al frente de su miembro, lo meto lentamente en mi boca, Matt se tensa probablemente por la manera desprevenida en que lo aborde así que me detengo y lo miro fijamente a través de mis pobladas pestañas

-¡Mujer!, ¿que estas haciendo conmigo?, esto es un sueño ¿cierto?- su voz es pastosa, ronca y sensual, yo niego con la cabeza y sigo en mi labor

Chupo, lamo y enredo mi lengua a través de su grueso miembro, sabe salado, su sabor para mí es la gloria, él alterna sus movimientos corporales, unas veces me agarra fuerte pero con cuidado mi cabellera y otras empuja un poco mas a través de mi boca produciéndome un poco leves arcadas, siento que su pene palpita en mi boca por lo que estoy segura de que ya va a acabar, igual no me detengo pero él respira profundo y me dice

-¡Nena! ¡ya!, no quiero correrme en tu boca- en un movimiento que ni me di cuenta como lo hizo se levanta y me deja con la espalda pegada al colchón, las manos encima de mi cabeza bien sujetas por las muñecas y con las piernas mas que abiertas, o sea, bien expuesta para él, me pasa la lengua suavemente por el cuello lo que hace que me mi piel se erice - Con que te gusta jugar, ¿no?- en su voz se siente sexo puro, lo miro a los ojos y me muevo un poco para que me suelte lo que hace que él apriete mas fuerte, esto me hace gemir bajito - ¡Buenos días!- no le respondo así que me besa la comisura de la boca, ya se lo que se trama, hacerme sufrir con sexo, siento la punta de su pene en la abertura de mi vagina pero no me penetra, no lo hace sino que se mueve acompasadamente como si lo tuviera adentro de mí, mis gemidos están aumentado de nivel y él se detiene, me ve fijamente y me pregunta - Lo quieres adentro, ¿cierto?- creo que mi cuerpo está traicionando a mi mente, así que le asiento, mi respiración esta bastante acelerada lo que me hace pedirle con gestos y no con palabras, a los pocos segundo los cuales creo que empiezo a enfriarme le digo a Matt

-Matt ya deja el suplicio, me estas matando, no me dejas ni moverme, por fa....- no me deja terminar y se entierra en mi sin apartar su vista de mis ojos, yo me emito un fuerte gemido que él ahoga con un beso altamente sexual y hambriento, beso que acompaña de movimientos corporales acompasados en donde entra y sale de mi cuerpo, al principio lentos luego rápidos y fuertes, me suelta las manos para levantar mas mis piernas y empujar hasta el fondo, lo que me hace emitir un gritito porque la penetracion es muy profunda, él se detiene y me ve como si me hubiese lastimado por lo que niego con la cabeza y le invito a que siga, sigue moviéndose y ahora si siento que estoy a punto de explotar, los gemidos son fuertes, se esparcen por toda la habitación, él me da unas embestidas más y caemos al unísono en un profundo, maravilloso y merecedor orgasmo.

Encontré el amor (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora